El método Reid se asemeja a actos de tortura, alertan funcionarios del país
Ha sido criticado por usar procedimientos de inducción para obtener confesiones falsas
Martes 3 de mayo de 2016, p. 9
El gobierno de Estados Unidos contrató los servicios del polémico despacho de ese país John Reid & Associates, a fin de que capacite a 45 funcionarios mexicanos en la utilización de técnicas policiacas para obtener confesiones de personas sospechosas de haber cometido algún delito, mediante el uso de presiones sicológicas o métodos que pueden asemejarse a actos de tortura, informaron fuentes gubernamentales mexicanas.
Los funcionarios consultados añadieron que el Departamento de Estado de adjudicó directamente el contrato a esa firma, que impartirá en México un seminario de cuatro días sobre las técnicas Reid de interrogatorios de investigación
y las técnicas de investigación avanzadas
.
Presunción de culpabilidad
Se trata de metodología sicológica basada en la presunción de culpabilidad de la persona, utilizada al menos desde los años 50 del siglo pasado por buena parte de las agencias policiacas de Estados Unidos, entre ellas la Oficina Federal de Investigaciones (FBI) y la Agencia Central de Inteligencia (CIA).
La compañía estadunidense ha sido criticada en años recientes, pues se le acusa de provocar que agentes policiacos apliquen técnicas de inducción para obtener confesiones falsas.
En 2013 el diario estadunidense The New Yorker publicó un extenso reportaje sobre las dudas y críticas que ha generado la técnica enseñada por el despacho John Reid, pues de 311 personas absueltas (un año antes) de delitos graves por pruebas de ADN en Estados Unidos, la cuarta parte habían confesado en falso y la mayoría fueron interrogadas con dicho método.
La firma tiene su sede en Chicago y ha negado categóricamente que con esas técnicas se obtengan confesiones falsas.
Tanto los funcionarios consultados por La Jornada como una ficha informativa sobre el contenido temático del curso refieren que la técnica consiste en que el investigador primero evalúa el comportamiento de un sospechoso y, si concluye que el interrogado está mintiendo, debe dar inicio a un monólogo en el que da por hecho que está probada la responsabilidad del individuo, minimizando y tratando de justificar el delito para bajar las barreras de resistencia.
Según las fuentes consultadas, entre los temas que incluirán los cursos que serán impartidos a funcionarios mexicanos por segundo año consecutivo destacan el análisis del comportamiento previo al interrogatorio formal para evaluar, con lenguaje y signos corporales, si el detenido miente; técnicas para soltar carnadas o anzuelos; las preguntas Reid para provocar comportamientos; preguntas hipotéticas, y evaluación de los miedos del sospechoso antes del interrogatorio.
Los funcionarios explicaron que el método Reid consta de nueve pasos que crean situaciones de contraste para manipular al entrevistado y obtener información o confesiones: la primera es una confrontación directa con el interrogado, a quien se le hace saber de forma directa o indirecta que existe evidencia suficiente para incriminarlo (aunque no exista).
El segundo paso tiene la intención de contrastarlo con el primero, por lo que se pone al individuo como víctima, inventando o buscando excusas que lo alejen de la culpabilidad.
En tercer lugar se trata de evitar que el individuo se excuse diciendo que es inocente o que no lo hizo, lo cual previene que se fortalezca su nivel mental de defensa.
En cuarto lugar, ya cuando la persona comenzó a crear una justificación imaginaria, citando los motivos y razones por las que no cometió el crimen (o de lo que se le acuse), se le deja solo en un cuarto por varios minutos para observar sus movimientos, los cuales son videograbados.
Después regresa el entrevistador y muestra sinceridad, con la intención de crear un vínculo. El fin de este paso es aumentar el nivel de receptividad de la persona y disminuir sus defensas, haciéndola creer que a pesar de la presión se le entiende y apoya.
La etapa seis consiste en que una vez que el individuo se tranquiliza y comienza a escuchar, el contraste de presión y apoyo en la entrevista hace que vea al entrevistador como figura paternal. En el caso de los culpables es normal el llanto contenido por la presión.
El séptimo paso es realizar una pregunta que sólo tiene dos respuestas y en ambas asume la culpabilidad.
Como penúltimo paso se deja hablar al interrogado sobre lo ocurrido y se le piden opiniones e ideas. Es muy normal, si no ha confesado en el séptimo paso, que la presión lo lleve a admitir el delito al ver que se derrumba su coartada.
Al final de la aplicación de este método es altamente probable obtener una confesión.