De julio de 2014 a la fecha, más de 200 personas de todas las edades y niveles socioeconómicos han ideado formas para quitarse la vida o lo han intentado, en la mayoría de los casos por sufrir depresión. La ingesta de pastillas y cortarse las venas son los medios que más utilizan, de acuerdo con cifras del Consejo Ciudadano y de los Centros Cuídate, del Instituto de la Juventud de esta metrópoli.

Esta conducta, al ir en aumento, encendió una alerta amarilla en el Gobierno de la Ciudad de México, por lo que decidió integrar un Sistema de Prevención del Suicidio, el cual atenderá a niños, adolescentes y personas de la tercera, a través del DIF y de los institutos de la Juventud y de adultos mayores.

El suicidio es un fenómeno que sí nos alarma y que tiene que ver con un desequilibrio mental, afirmó la directora del Instituto de la Juventud capitalino (Injuve), María Fernanda Olvera.

Detalló que la Consulta de Tendencias Juveniles 2013 permitió al gobierno capitalino ubicar la urgente necesidad de tomar en cuenta todo aquello que históricamente se deja de lado, que es intangible, como un corazón roto, la ansiedad, el tiempo libre, el ocio, el estrés, la apatía y la falta de ganas, los pensamientos negativos, un embarazo no deseado hasta intentar quitarse la vida.

En junio de 2014, el Gobierno de la Ciudad de México presentó el plan de prevención de suicidios Lo mejor de la vida eres tú, por lo que se firmó un convenio con los presidentes del Consejo Ciudadano de Seguridad Pública y Procuración de Justicia del DF, Luis Wertman Zaslav, y de la Red Mundial de Suicidiólogos-México, Ángela Beatriz Martínez González.

Un año después entró en operación la Estrategia de salud, balance y bienestar joven, la cual se concentra en el aspecto emocional de jóvenes de 14 a 29 años en temas claves como la prevención de embarazos, adicciones o conductas nocivas para su salud, y se abrieron los Centros Cuídate en las delegaciones Cuauhtémoc, Tlalpan y Miguel Hidalgo, y el primer Hospital de las Emociones en Venustiano Carranza.

De 2015 a la fecha, estos centros han proporcionado atención sicológica a 64 personas con problemas de ideación e intento suicida de un total de 2 mil 456 jóvenes atendidos. Mientras que el Consejo Ciudadano, a través de Lo mejor de la vida eres tú, ha apoyado en total 145 casos –14 en 2014, 86 en 2015 y 43 en lo que va de 2016, y dos sin datos.

Del total de personas en riesgo suicida, 26 por ciento presentaron depresión, 42 por ciento estaban en etapa de ideación y 27 por ciento en la de ejecución, sin que represente que han perdido la vida, porque recibieron la ayuda oportuna.

Las personas cuyas edades van de 36 a 40 años son las que más lo intentaron, aunque se reportó a dos pequeños y dos adultos de 66 y 70 años. En los casos, 62 por ciento fueron mujeres y 38 hombres.

En 57 por ciento de las atenciones fueron los afectados los que solicitaron el apoyo y sólo siete personas requirieron de algún servicio de emergencia, como ambulancia o patrulla. Por delegaciones, la Gustavo A. Madero reportó el mayor número de casos con 14 y las de menos fueron Cuajimalpa y Tláhuac, con uno cada una.

En tanto que el Instituto para la Atención de los Adultos Mayores estableció una escala o semáforo para detección de riesgo suicida en los derechohabientes de la pensión alimentaria. Si la educadora que los visita percibe algún peligro, anota en una cédula el color rojo, que significa regresar enseguida; amarillo, en tres meses, y verde, en medio o un año.

De acuerdo con el instituto el abandono, la falta de dinero o padecer una enfermedad son las principales causas por las que los ancianos se suicidan.

La Asociación Americana de Suicidiología señala que las personas mayores son más efectivas en sus intentos de quitarse las vida que los adolescentes. Mientras que los segundos tienen éxito, en uno de 100, los primeros logran su cometido en una de cada cuatro, indica.

La titular del Injuve admitió que hay jóvenes que acuden a conductas suicidas no para privarse de la vida, sino para ejercer control sobre otra persona.