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Refuerzan las medidas de seguridad en El Altiplano
 
Periódico La Jornada
Domingo 8 de mayo de 2016, p. 5

El túnel por el que escapó Joaquín El Chapo Guzmán Loera el 11 de junio del año pasado no ha sido cerrado. Está resguardado por la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (Seido), como parte de la indagatoria sobre la fuga.

Sin embargo, la evasión y su recaptura en febrero de este año obligaron a las autoridades a construir nuevas bardas perimetrales, a reforzar parte del subsuelo de la prisión y a montar nuevos esquemas de seguridad en el Centro Federal de Readaptación Social (Cefereso) número 1, El Altiplano.

El Cefereso número 1 fue construido durante el sexenio de Carlos Salinas de Gortari, pero recibió sus primeros reclusos en noviembre de 1991, entre ellos Ernesto Fonseca Carrilo, Don Neto; Miguel Ángel Félix Gallardo, El Padrino, y Rafael Caro Quintero, líderes del extinto cártel de Guadalajara.

Asimismo, han pasado por sus instalaciones Mario Aburto Martínez, asesino del candidato del PRI a la Presidencia Luis Donaldo Colosio; el secuestrador Daniel Arizmendi López, El Mochaorejas, y Joaquín El Chapo Guzmán Loera, quien se fugó en dos ocasiones de penales de máxima seguridad, la primera vez del Cefereso número 2, Puente Grande, en enero de 2001, y en julio de 2015 de El Altiplano.

Durante la fuga de Guzmán Loera ocurrida en 2015, las obras realizadas por la Comisión Nacional del Agua en toda la zona aledaña al Cefereso número 1 provocaron que se desactivaran las alarmas que registraban los movimientos de tierra, y ello facilitó la construcción del túnel por el que escapó.

Ante ese panorama, indicaron funcionarios, la Comisión Nacional de Seguridad decidió construir nuevas paredes perimetrales y extendió su zona de seguridad, alejando aún más cualquier contacto de los accesos de la prisión con la comunidades que circundan la prisión.

Además, se reactivaron las alertas de movimiento de tierra, se instalaron inhibidores de señal de telefonía celular y se implementaron nuevas medidas de seguridad, que impiden el tráfico aéreo por la zona y se redobló la vigilancia con personal de la Policía Federal y del Ejército, informaron las fuentes consultadas.