Por qué los indígenas del Bajío “precipitaron el orden colonial en América Latina y cómo los esclavos haitianos fueron los precursores: ese es el empeño investigador, razonador y explicativo de En el espejo haitiano”, dijo el historiador e intelectual Adolfo Gilly durante la presentación de ese libro, del investigador Luis Fernando Granados.

Publicado por Era con el título En el espejo haitiano: los indios del Bajío y el colapso del orden colonial en América Latina, el volumen se presentó la noche del jueves en la sede de esa editorial, con la presencia de Gilly, colaborador de La Jornada, y de los historiadores Bernardo Ibarrola y Cristina Gómez.

Para ese libro el autor se puso bajo la protección de tres númenes, dijo Gilly: “uno, Edmundo O’Gorman, dueño de los dones de la imaginación, el otro Tulio Halperin, dueño del arte de la comparación, virtudes complementarias en el oficio de la historia que Luis Fernando despliega a veces con mesura, a veces con audacia y otras hasta con osadía”, el tercero es Ciryl Lionel Robert James y su libro Los jacobinos negros.

“Ese libro es portador de una mirada que para Luis Fernando ya era suya en Sueñan las piedras: ver y considerar qué hacen y qué sienten quienes en la historia canónica aparecen apenas como figurantes, según la expresión certera de E.P. Thompson, y traerlos al primer plano como hacedoras y hacedores del entramado y el enramado de la historia y de sus vidas.”

Para Granados el arquetipo de las revoluciones populares en América Latina fue la rebelión haitiana desde 1789, precisó Adolfo Gilly en su discurso, que tituló La larga sombra del arquetipo: Saint-Domingue, Nueva España, Alto Perú.

Los indígenas del Bajío reprodujeron lo ocurrido en Haití como en un espejo distante, gigante, deformante y precipitaron el colapso del orden colonial en la región al iniciarla en la Nueva España su joya más preciada.

Rebelión arquetípica

Las rebeliones, apuntó Gilly, se hermanan. “Y aquí, como es ley de vida, Luis Fernando Granados se aleja de su maestro Edmundo O’Gorman y propone lo que sería un nuevo paradigma para abarcar desde sus raíces la fantástica realidad y el plurisecular imaginario de las revoluciones, las rebeliones y revueltas latinoamericanas, visto desde los oprimidos, los humillados, los despojados, mujeres y hombres, y desde las raíces y razones de sus ideas de justicia, libertad y disfrute en común de los bienes terrenales de la vida.

“Se llama En el espejo haitiano: los indios del Bajío y el colapso del orden colonial en América Latina y nos dice quiénes fueron, en la vida real, los héroes oscuros que nos dieron patria”, concluyó.

Es un libro lleno de méritos, destacó el historiador Bernardo Ibarrola, entre ellos la originalidad interpretativa que se centra “de forma precisa y contemporánea sobre un asunto de los procesos de independencia, poco o nada estudiados en realidad: los grupos populares desde una perspectiva poco común.

“Compara lo incomparable –agregó– al comparar rebeliones y encuentra que hay una especie de rebelión arquetípica y un proceso que parece digno de ser estudiado: la rebelión de los negros de Haití, y propone acercarse a las rebeliones populares a partir de ese espejo haitiano.”

El título completo del libro expresa muy bien su contenido, dijo la historiadora y profesora universitaria Cristina Gómez.

Invita, expresó, a la reflexión y el debate histórico en tres ensayos y una reflexión final donde se formulan propuestas para el estudio de la insurgencia.