De los 13 estados del país donde habrá elecciones el 5 de junio próximo, en al menos seis las delegaciones de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol) están encabezadas por priístas y dos están acéfalas porque sus ex titulares renunciaron en busca de candidaturas.

Ante la filiación partidista de los delegados, el titular de la dependencia, José Antonio Meade Kuribreña, consideró en entrevista que la experiencia política no únicamente no inhabilita, sino en muchos casos permite que se contemple con compromiso y emoción un despliegue en los espacios que se tienen desde la secretaría. En cuanto al perfil de los delegados, expresó que deben cumplir los extremos que marca la ley, en términos de idoneidad y compromiso.

Anilú Ingram, delegada en Veracruz, ha sido diputada local y reina del carnaval de ese estado. Perdió la diputación federal en las elecciones pasadas y sustituyó a Marcelo Montiel, actual coordinador, en el sur del estado, de la campaña del aspirante priísta a la gubernatura, Héctor Yunes.

En Puebla, Juan Manuel Vega Rayet, militante del PRI, fue presidente municipal de Matamoros y diputado local y federal. Estuvo al frente de la Sedesol estatal durante el gobierno de Mario Marín.

El delegado en Zacatecas, también priísta, fue diputado, al igual que Onésimo Serrano, quien ocupa el mismo cargo en Hidalgo. Fue legislador local y coordinador de asesores del ex mandatario Miguel Ángel Osorio Chong.

En Chihuahua, José Luis de Lamadrid fue operador de la campaña del gobernador César Duarte, mientras Martín Vásquez, designado este año delegado en Oaxaca, es priísta y fue precandidato a la gubernatura de ese estado.

En Tlaxcala no hay delegado, porque Anabell Ávalos dejó el cargo para buscar la alcaldía de Tlaxcala por el PRI. Antes fue secretaria general del comité directivo estatal del tricolor, cargo que dejó para hacer campaña proselitista por una curul en el Senado, pero perdió y ocupó la delegación en 2013.

Baja California tampoco tiene delegado, luego de que Marco Antonio Corona dejó esa labor para buscar una candidatura a una diputación, mientras en Aguascalientes Norma Esparza renunció a finales de 2015 para ser dirigente del PRI estatal. El cargo lo ocupa ahora Otto Granados Franco.

En Sinaloa, el delegado es el normalista Regino López. En 2015 el PAN y el PRD pidieron su destitución, porque presuntamente recolectó credenciales de elector con fines proselitistas. En Quintana Roo, Fabián Vallado renunció a finales de marzo tras acusaciones de usar programas sociales electoralmente en favor del Revolucionario Institucional.

La designación de personajes ligados con el partido del mandatario federal no es exclusiva del PRI, ya que en los gobiernos panistas ocurrió lo mismo.

Este año se dieron otros nombramientos de delegados, como el de Christian Castro Bello en Campeche, ex diputado local del Partido Verde, y de Ernesto Luque Hudson en Querétaro, quien fue presidente del comité directivo municipal del PRI en 2010 y dirigente de la Fundación Colosio.