Este martes 17 de mayo se cumplen 150 años del nacimiento de Erik Satie (1866-1925), uno de los compositores que orientaron los cambios en la cultura musical a partir del siglo XX, entre ellos la fundación del minimalismo y de la música ambient.

En Europa, según reportan agencias informativas, se desgranan los homenajes y actos especiales, como el que se realizó el fin de semana en la National Portrait Gallery de Australia, donde durante seis horas sin pausas, decenas de pianistas hicieron sonar Vexations, partitura que consta de apenas 180 notas y dura 80 segundos, pero en la parte superior de la página única dice: tóquese 84 veces, en una anticipación de lo que Terry Riley, Steve Reich, Philip Glass y Lamonte Young retomarían como la semilla del movimiento minimalisma que aún perdura.

Como gorrión con dolor de muelas

Debemos a John Cage (1912-1992) el conocimiento de la vasta obra de Erik Satie, a quien reivindicó, exaltó y difundió su arte.

Precisamente el estreno de Vexations, obra que se había dado por perdida, ocurrió a cargo de John Cage la tarde del 9 de septiembre de 1963 y terminó al día siguiente, 18 horas y 40 minutos después.

El legendario músico de rock John Cale lo narra así: “yo formé parte de la lista de 16 pianistas que tocamos 840 veces cada uno de los 80 segundos que compuso Erik Satie. Todo esto fue idea de John Cage, quien fue el cuarto en la lista. Cada uno tocamos unos 20 minutos y el público podía llevar su sleeping bag y dormir cuando quisiera mientras la música seguía sonando”.

La música de Erik Satie es altamente apreciada por los melómanos, pero también por las nuevas generaciones que se enamoran de inmediato cuando escuchan las tres Gimnopedias, que en realidad son seis, al igual que seis son las bellísimas Gnossedias.

En la imagen, un afiche alusivo a 28 horas de música con VexationsFoto © Collection Viollet

Su sentido del humor está imbuido en obras en las que uno llora a carcajadas, como en la partitura titulada Embriones disecados, con sus falsos finales que son de antología.

A diferencia de los compositores más conspicuos, el humor de Satie lo llevó a escribir las indicaciones en las partituras en francés, en lugar de los términos tradicionales en italiano: allegro con spirito, andante con fuoco, etcétera, que Satie convirtió en: Toque con la mano izquierda estas notas, con la derecha las siguientes, y las que restan... ¡con la nariz!

Más instrucciones: abra la cabeza. Sin orgullo. Recorrer las teclas con los dedos amables y sonrientes. Conservar la cabeza fría. Ármese de clarividencia. Toque estas notas con el último rincón de su pensamiento.

Y la mejor de todas: Como un gorrión con dolor de muelas.

A partir de su obra titulada Musique d’ameublement, destinada a sonar sin que el escucha se sintiera obligado a sentarse a oír, sino deambular libremente, como si la música formara parte del mobiliario, fue que Brian Eno haría nacer años más tarde la ambient music.

Algunos títulos de sus obras, que traduzco del francés: Apreciaciones desagradables, Verdaderos preludios blandos (para un perro), Aires para salir corriendo, Danzas defectuosas. Piezas frías, Coral inapetente, Danzas raquíticas, Piezas montadas, Penúltimos pensamientos.

Humilde, irónico, humorista. Le gustaba definirse de la siguiente manera, cuando le preguntaban cuál era su profesión: gimnopedista y afinaba: soy un humilde filófono.

Quien todavía no conozca el universo de la música de Erik Satie, tiene frente a sí (Spotify, YouTube, Apple music, cedés...) horas y horas de placer.

¡Feliz cumpleaños, maestro gimnopedista, humilde filófono!