La norma ambiental emergente que el gobierno federal dará a conocer en los próximos días no resolverá completamente el problema de la contaminación del aire en la zona metropolitana del valle de México (ZMVM), aunque ayudará a atenuar el problema, señaló el Centro Mario Molina. Advirtió que el sistema que se pretende utilizar en los verificentros, de leer las computadoras de las unidades, es manipulable.

En el documento Las soluciones de fondo para mejorar la calidad del aire del valle de México, que divulgó ayer, el centro plantea desalentar el uso del autómovil con un impuesto o tenencia asociado a las dimensiones del vehículo y sus emisiones contaminantes, y el desarrollo de sistemas de transporte de bajas emisiones a escala metropolitana.

Entre las líneas estratégicas propone reducir las emisiones del transporte de carga, actualizar la norma de verificación vehicular y garantizar su cumplimiento, contener la mancha urbana para limitar la demanda de movilidad, reducir las emisiones de contaminantes provenientes de la actividad industrial y la distribución de combustibles, así como prevenir y controlar incendios.

El programa que dará a conocer la Comisión Ambiental de la Megalópolis, considera, debe contener acciones para reducir emisiones, fortalecer la medición y producción de contaminantes; reglas y procesos robustos para la atención de contingencias y una propuesta para fortalecer las capacidades institucionales y de comunicación. Advierte que no hay soluciones únicas y se deben atacar todas las causas, porque de otra forma el problema puede agravarse.

Corrupción inaceptable

La verificación vehicular, indica, no funciona en la ZMVM, ya que el sistema está rebasado por prácticas de corrupción inaceptables, pues más de 10 por ciento de los vehículos con holograma cero rebasan los límites permitidos en más de 20 veces.

Por otra parte, la directora del Centro de Transporte Sustentable, Adriana Lobo, afirmó que la nueva norma de verificación para sacar de circulación 1.7 millones de vehículos debe definirse bien, porque el diablo siempre está en los detalles y podría venirse abajo, continuando los problemas de contaminación.

Salvador Rivera Castrellón, presidente de la Unión Nacional de Transportistas Campesinos, afirmó que las restricciones a la circulación de transportistas campesinos en la ciudad de México generan pérdidas económicas diarias por más de 100 millones de pesos, ya que dejan de transitar alrededor de 10 mil unidades de carga que transportan alimentos y otras mercancías.