l muerto y el degollado: Para tener idea de lo que está sucediendo en Argentina en estos primeros meses del gobierno de Mauricio Macri por supuesto no hay que recurrir a los medios de información argentinos y, en cambio, hay que leer los brasileños. Argentina, en efecto, es el tercer comprador de los productos de Brasil, después de China y Estados Unidos, y las grandes empresas comerciales que controlan la gran prensa brasileña se esfuerzan por ocultar qué reacción enfrenta el gobierno de Temer y cuán débil es, pero necesitan imperiosamente informar al gran capital qué pasa en el país vecino, que es la segunda potencia del Mercosur. El muerto describe así fielmente al degollado. La Folha de Sao Paulo, por ejemplo, titula: Argentina se deteriora con Macri y el país vive a la expectativa de lo que pase en la economía en 2017. Siguen las cifras: el PIB, de acuerdo con estimaciones del año pasado, debería haber crecido 0.3 y, en cambio, cayó uno por ciento. A finales de año esa baja podría llegar a 1.5 por ciento. El número de turistas brasileños que visitan Argentina cayó 44 por ciento. El consumo se redujo 3.6 por ciento y la popularidad de Macri 10, con lo cual son más los que critican su actuación que los que esperan de él. La misma Folha de Sao Paulo, hablando ahora de lo que pasa en Brasil, informa que el plan de salud deberá ser restudiado, porque ha perdido 1.4 millones de usuarios por la crisis. El déficit fiscal, informa O Estado de Sao Paulo, llegará a 170.5 mil millones de reales (un dólar estadunidense equivale a 3.57 reales). El mismo diario comunica también que, ante el repudio generalizado a la supresión del Ministerio de Cultura nada menos que en un país como Brasil, Temer elevó el nivel del responsable de esa oficina y existen presiones para que le dé categoría y responsabilidades de ministerio.

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Argentina, Venezuela: Clarín dice que el presidente Mauricio Macri demostró fuerza al vetar la ley antidespidos, votada por amplia mayoría por ambas cámaras. Aparte del absurdo veto de una persona a lo resuelto por los representantes populares, veto impuesto aunque la bancada oficialista se negó siquiera a discutir el texto, está la elección infeliz del lugar desde donde Macri decidió mostrar su fuerza: el gran criadero avícola Cresta Roja, que despidió a sus 3 mil 500 trabajadores y terminó reincorporando sólo a mil 300 (que perdieron su antigüedad) una vez que hicieron grandes manifestaciones locales durante semanas. El mensaje es claro: el gobierno apoya la reducción de los planteles y de los ingresos, y la lucha contra los sindicatos. Dos centrales sindicales (las CTA) proclamaron por eso paros nacionales y las dos CGT –informa Página 12– se reunirán el jueves próximo con ellas para discutir las medidas que tomarán contra el veto.