Otro escalón arriba
orpresivamente, siete días antes de vencer el plazo, el Tribunal Superior de Justicia (TSJ), presidido por Robespierre Robles Hurtado, puso en marcha en Acapulco el nuevo sistema de justicia penal acusatario. Según el abogado, ya se aplica en las siete regiones de la entidad.
Con el nuevo esquema procesal sucedió lo mismo que con el sistema de transporte Acabús: arrancaron sin contar con lo necesario para un buen funcionamiento. Lo importante, no obstante, es que hayan iniciado, porque si esperaban a que todo estuviera terminado hasta el último detalle, lo más probable es que nunca habrían comenzado.
En el caso de la justicia, resulta muy importante que las autoridades dispongan de cuanto requieren, pero no menos importante para lograr óptimos resultados es que cada servidor público se identifique con su trabajo y lo asuma con responsabilidad y compromiso, pues de nada sirve que cambien todo para seguir igual.
Sabido es entre abogados litigantes y ciudadanos que por mala fortuna han tenido que recurrir a funcionarios del TSJ y a la ahora Fiscalía General del Estado (FGE): la justicia se vende al mejor postor, lo que se busca modificar.
Robles Hurtado ha tomado el asunto con optimismo, lo cual que un buen principio para alcanzar pronto buenos resultados. No puede decirse lo mismo del titular de la FGE, Xavier Olea Peláez, quien en algún momento adelantó que el nuevo sistema de justicia no funcionará y exhibió la corrupción que impera en su área.
No fue un Olea Peláez realista sobre el estado en que se encuentra su personal; fue un fiscal derrotado antes de comenzar la pelea. Es la peor forma de arrancar un proyecto con miras a la mejoría.
El funcionario se declaró con su actitud y postura enemigo del cambio; el hombre sabía con qué se iba a encontrar al asumir el mando, pero aun así aceptó; supuestamente conoce qué encontrará al entrar en vigor el sistema acusatorio, pero no ha renunciado. Esta situación mueve al escepticismo y presagia resultados adversos.
Habrá que esperar; por lo pronto, la buena noticia es que Guerrero, en último lugar, está estrenando sistema de justicia penal.