En horas previas a las elecciones del próximo domingo, los consejeros del Instituto Nacional Electoral (INE) tienen otro motivo de división interna, pues algunos pretenden que se prorrogue su periodo al frente de diversas comisiones.

La ley electoral establece que ‘‘la presidencia de tales comisiones será rotativa en forma anual entre sus integrantes’’, y ese plazo vence el lunes 6 de junio, esto es, un día después de los comicios.

Sin embargo, en las semanas recientes se puso sobre la mesa la posibilidad de prorrogar este periodo debido a la cercanía del proceso electoral y a que algunas comisiones –como la de Fiscalización– tendrán mayor actividad después del 5 de junio.

El consejero José Roberto Ruiz Saldaña expresó su rechazo a esa posibilidad, al plantear que no hay fundamento legal y sería incongruente con lo sostenido la ocasión anterior, cuando no se respetó un acuerdo de renovar la Comisión de Vinculación con los organismos públicos locales (Oples).

Su homólogo Benito Nacif reconoció que hay diferencias, porque algunos se han manifestado en favor de extender la duración de las presidencias de las ocho comisiones permanentes. Desde su punto de vista, eso ‘‘sería contrario a lo que dice la ley. Las presidencias se tienen que cambiar. Duran un año, no más’’.

El año pasado, este tema provocó una confrontación entre el consejero Ruiz Saldaña y sus pares, que llegó hasta el mismo Consejo General del INE. En aquel momento, el primero señaló que el consejero presidente, Lorenzo Córdova, pactó con el grupo de Marco Antonio Baños el reparto de las presidencias de las comisiones, de las que él fue excluido.

Presidir determinada comisión permite a un consejero electoral tener mayor incidencia en ese tema y por eso son clave para la operación del instituto.