En Chilpancingo se hace llamado a la unidad en la Ceteg
Domingo 5 de junio de 2016, p. 17
Unas mil personas, entre profesores de la sección 22 de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), padres de familia y activistas, marcharon en Juchitán, Oaxaca, para exigir una mesa de negociación y libertad de presos políticos.
Los manifestantes reprocharon al gobierno que a tres semanas de paro no se ha podido iniciar la negociación. Familiares de Heriberto Magariño López, detenido el 10 de mayo, acusado de cometer delitos electorales el 7 de junio de 2015, exigieron al gobierno su traslado a un penal del estado, debido a que fue recluido en el penal de Hermosillo, Sonora.
En Mérida, Yucatán, dos contingentes de maestros marcharon para demandar la derogación de la reforma educativa y en respaldo a integrantes de la CNTE que protestan en la Ciudad de México. Alrededor de 300 profesores arribaron a la capital del estado en una caravana que partió del municipio rural de Ticul. Dos horas después regresaron a sus lugares de origen.
En Guerrero, maestros de educación especial de la región Acapulco-Coyuca de Benítez se manifestaron en compañía de padres de familia en la glorieta de la Diana, en ese puerto. Mostraron cartulinas y distribuyeron volantes a los conductores.
El vocero Roberto Ceballos Martínez expresó que la reforma educativa no considera en ninguno de sus apartados el sistema educativo especial, lo que representa que personas con alguna discapacidad no sean tomadas en cuenta e incluidas en un plan de estudios específico.
En Chilpancingo, organizaciones sociales que participaron en el foro estatal Por la unidad del magisterio en lucha demandaron la unión en la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación en Guerrero (Ceteg), que se encuentra dividida en dos bloques desde el año pasado.
Al inicio de este acto, Arturo Vivar, integrante de la dirigencia del Movimiento Popular de Guerrero, que convocó al foro, dio lectura a la postura de esta agrupación, y advirtió que en estos momentos la Ceteg no tiene la fuerza para enfrentar la ofensiva del Estado. Urge trabajar con humildad, responsabilidad y respeto
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