Glendale, Arizona.

La selección mexicana se presentó con una victoria en la Copa América Centenario al imponerse por 3-1 a Uruguay, con lo que dio un paso importante para avanzar a la siguiente ronda del grupo C.

En el estadio de la Universidad de Phoenix, que lució lleno, el Tri sumó ocho triunfos consecutivos en la época del técnico Juan Carlos Osorio y se ubica de líder en su sector. La racha sin recibir gol quedó en 805 minutos.

Fue un partido reñido –los dos equipos terminaron con 10 elementos– y México definió con dos goles en los último minutos del encuentro. El siguiente duelo del Tricolor será el jueves ante Jamaica.

A pesar de la campaña Ya párale de la Federación Mexicana de Futbol (FMF) los fanáticos mexicanos siguieron con su grito en cada despeje del arquero Fernando Muslera.

Uruguay resintió la ausencia de su principal estrella, Luis Suárez, quien estuvo en la banca dando indicaciones a sus compañeros.

Para la anécdota resultó el inicio del encuentro, pues en lugar del himno uruguayo, se escuchó el chileno, lo que –por supuesto– molestó al plantel charrúa. Después, en un comunicado, el comité organizador ofreció disculpas por el error humano.

Como ya ha sucedido en el torneo, hubo un minuto de silencio por el fallecimiento de Muhammad Ali.

México se adelantó con un gol de los llamados de vestidor. Pegado a la banda derecha, Andrés Guardado envió un centro al área, donde Álvaro Pereira le quiso ganar a Héctor Herrera y con la cabeza mandó el esférico a su propia portería, para el 1-0 al minuto 3.

El gol le dio confianza a los mexicanos, que mantuvieron el control del esférico ante la recia marcación charrúa en todos los sectores de la cancha.

Las siguiente llegada de peligro fue hasta el minuto 21 de acción, en un tiro débil de Javier Aquino que Fernando Muslera controló sin problemas, mientras que la Celeste se aproximó en un centro que Rafa Márquez envió a tiro de esquina en una oportuna barrida.

Las acciones ríspidas del encuentro se reflejaron en amonestaciones para Guardado y Matías Vecino.

A la media hora del encuentro Alfredo Talavera salvó al Tri del empate, cuando salió a achicar y desvió con la mano izquierda un tiro potente de Edinson Cavani.

Luego el equipo de Juan Carlos Osorio tuvo sus mejores momentos, sobre todo por la banda izquierda, con desbordes de Javier Aquino, quien al 35 envió centro templado que Chicharito remató desviado, quitándole la opción a Herrera, quien llegaba mejor perfilado.

A un minuto de finalizar el primer tiempo, Matías Vecino se ganó la segunda tarjeta amarilla y dejó a su equipo en inferioridad numérica. Al inicio del segundo tiempo, el Tri cometió varias faltas que le dieron oportunidades a Uruguay en jugadas a balón parado, sobre todo por malas salidas de Talavera.

Osorio realizó su primer cambio con el ingreso de Hirving Lozano por Aquino, quien había había estado muy activo en los desbordes.

Diego Godín mostró la garra al minuto 55, cuando robó un esférico antes de media cancha, pero Diego Rolán desperdició la jugada con tiro desviado.

Los uruguayos tenían el control de las acciones, por lo que Osorio ingresó al mediocampista Jesús Dueñas por Tecatito Corona, quien estuvo apagado.

El Tri despertó hasta el 68, en desborde de Chucky Lozano y centro al área, donde Chicharito no dio dirección a su remate, que fue a las manos de Muslera.

Los equipos quedaron en igualdad numérica al 72, por doble amarilla de Guardado. Del tiro libre llegó el 1-1, en un certero cabezazo del capitán Godín, que dejó sin oportunidad a Talavera. En las tribunas, los fanáticos intercambiaron golpes.

Pese a la expulsión y al empate, México mejoró su accionar y encontró el 2-1 a seis minutos del final, en una jugada dentro del área que Rafael Márquez definió con trallazo que dejó sin oportunidad a Muslera, con lo que el capitán culminó una buena actuación.

Y la puntilla llegó en tiempo de compensación, en centro medido de Raúl Jiménez a Herrera, quien sin marcación definió el 3-1.

En conferencia, Osorio reveló que fue agredido verbalmente por Giménez. Fue un comportamiento irrespetuoso. Eso no debe ser aceptado en el futbol a nivel mundial, señaló.