Un muro alto se comienza a erigir para separar al norte del sur. De un lado de esa infranqueable valla, en un pueblo fronterizo, un grupo de niños cuestiona la utilidad de esa construcción y recurre a la imaginación para hallar una explicación.

Es la historia que se desarrolla en la puesta en escena Frontera norte, obra escrita por la reconocida dramaturga Suzanne Lebeau, dirigida al público infantil, en la que los pequeños descubrirán el anhelo incontenible de libertad, de surcar los muros, los cielos, las nubes como un pájaro; la posibilidad de inventarse su propio porvenir, apunta Sandra Rosales, directora del montaje.

Es una obra de teatro para niños que posee un toque de esperanza, pues discierne sobre la entereza humana, la cual tiene el poder de sobreponerse a la realidad imperante.

De acuerdo con Rosales, Lebeau parte de la idea de “hablar libremente del mundo tal cual es: tierno y cruel, al tiempo que explora los lenguajes más contemporáneos de la teatralidad, como es el caso de Frontera norte”.

Ausencia del padre

La historia gira en torno a Lila, Tabi, Alí, Bella, Momo y Elsa, niños que viven en un pueblo fronterizo, donde descubren una nueva construcción, de la cual impugnan su utilidad y recurren a la imaginación para hallar una explicación.

Con el paso de los días, se percatan de que es un muro enorme que nadie podrá atravesar, y en su deseo por inventarse su propio porvenir, Alí deja la escuela para comenzar a trabajar y ayudar a su madre, porque el muro no deja pasar el dinero, Tabi hace un hoyo que le permitirá escapar hacia el norte y Bella dibuja en todas partes el rostro de su padre para reconocerlo el día que regrese.

Momo se imagina que será la cancha más grande de futbol y Lila, la más pequeña, desea crecer para atravesarlo como un pájaro y traer de vuelta todas las bicicletas rojas y amarillas que los niños pequeños esperan.

Esos infantes que tienen entre ocho y 12 años asisten a la escuela pública, juegan con la tierra en la montaña y viven con pocos recursos; no obstante, comparten la ausencia del padre como resultado de la migración.

El montaje es parte del repertorio de la compañía Teatro Luna de Papel, fundada en 2012, cuyo leitmotiv es escenificar dramaturgias contemporáneas para crear un vínculo y un diálogo con los niños mediante una poética que pueda hablar sobre las contradicciones, pasiones, anhelos y obstáculos de la persona.

Con música original de Raúl Chagoyán, vestuario de Teresa Alvarado, iluminación y escenografía de Ismael Carrasco y las actuaciones de Asur Zágada, Alejandra Garduño, Bernardo Benítez, Mayari Acosta, Bruno Benítez y Abraham Jurado, Frontera norte tiene nueva temporada los domingos, a las 13 horas, en el foro La Gruta del Centro Cultural Helénico (Revolución 1500, San Ángel).