Viernes 10 de junio de 2016, p. 8
La Iglesia católica no tiene por qué opinar sobre políticas públicas, afirmaron organizaciones y especialistas en temas de género y religión. María Consuelo Mejía, directora de Católicas por el Derecho a Decidir, señaló que México es un Estado laico y la jerarquía católica no tiene por qué influir ni amenazar a las personas que adoptan decisiones que no están de acuerdo con su agenda moral.
Toda la gente y las instituciones en México tienen derecho a la libertad de expresión, pero también tienen límites de acuerdo con el estatus en que se encuentran. Sin embargo, la Iglesia no debe entremeterse en problemas sociales, sus afirmaciones son poco congruentes
.
Dijo que los resultados de la Encuesta Nacional de Opinión Católica más reciente, que se realizó a escala nacional a finales de 2015, muestran un desacuerdo impresionante de la feligresía con las posiciones que han adoptado los representantes católicos. La jerarquía ha sido siempre muy intransigente con el asunto del matrimonio igualitario. Tiene derecho de opinar sobre lo que considera apropiado, pero no tratar de mediar en las resoluciones de los tomadores de decisiones en políticas públicas
.
Entrevistado por separado, Joaquín Aguilar Méndez, director en México de la Red de Sobrevivientes de Abuso Sexual por Sacerdotes, expresó que la jerarquía católica “es muy hipócrita al hablar de respeto a la visión cristiana de la familia, cuando ellos han dañado y asesinado el alma de cientos de niños.
Es lamentable, no tienen calidad moral para hacer estos pronunciamientos. Desafortunadamente juegan con esta cuestión de la cultura, pero muchas personas hemos sido víctimas de ellos. Ahora se pronuncian supuestamente en favor de la familia cuando no les ha importado pisotear a decenas de miles de niños. La cuestión moral con la que pretenden jugar es muy grave. El Estado mexicano debería ponerles un alto para que le bajen de tono
, indicó.
Los jerarcas no representan a los feligreses
Ángel Christian Luna Alfaro, investigador del Colegio de Tlaxcala y especialista en temas religiosos, manifestó que los integrantes de la jerarquía católica no son puestos por la feligresía; entonces, no representan el sentir de la ciudadanía. “En realidad es una postura del establishment y ha sido parte de una iniciativa que se está moviendo en los grupos de poder del país”.
Comentó que este sector de la población puede pronunciarse sobre determinados temas sociales, pero no hay que olvidar que al interior de la Iglesia católica hay severos problemas, como pederastia, delincuencia y corrupción.
La Iglesia católica no quiere renovarse y soltar cierto poder, y la gente está desencantada de los dirigentes religiosos al igual que de los políticos y otras instituciones. Las viejas estructuras de pensamiento y sobre todo, la de quienes están tratando de injerir en las decisiones, siguen siendo antiguas, no hay representación acerca de estos asuntos por personas jóvenes. Deben entender que el mundo gira de manera diferente, no sólo en México sino a escala internacional.