Liga de Ascenso, refugio de ex talentos
El Tri, a evitar a su Coco
uvo que ser alguien nuevo en el futbol mexicano para que hablara de viejos vicios. El técnico de las Chivas, Matías Almeyda, criticó el draft, una de las tantas aberraciones que caracterizan a nuestro balompié. El jugador, observó el argentino, no es un paquete que hay que vender
.
Por supuesto no es la primera vez que se critica el llamado mercado de piernas
–que deja al jugador sin decisión sobre su futuro y que otros han calificado como costales de papas
que van de un lado a otro–, pero podría ser que el medio futbolístico local tal vez ya se acostumbró a esa compra-venta y a otras características de nuestro futbol, como el pacto de caballeros (bandoleros, diría Roberto Gómez Junco).
En el máximo circuito destacaron las transferencias de dos argentinos: Ismael Sosa a Tigres y Silvio Romero al América, con costos que superaron cada uno los 6 millones de dólares, lo que servirá para sanear las finanzas de Pumas y Jaguares.
Sin embargo, lo que más llama la atención fue lo que sucedió en la Liga de Ascenso, donde el próximo torneo participarán elementos como Ángel Reyna, Daniel Ludueña, Julio Gómez y Jorge Enríquez, a quienes sobra calidad en los botines, pero otros factores les impidieron mantenerse en la primera división.
A Reyna un comentarista televisivo lo bautizó como Pleititos y en efecto, por su indisciplina ha salido por la puerta trasera de los siete equipos en que ha militado. El capitalino ha sido seleccionado, líder goleador y fue adquirido por Chivas en seis millones de dólares, pero tuvo que ser rescatado por su representante, Guillermo Lara, quien lo llevó a su escuadra Celaya para que pudiera seguir activo, ya que nadie se interesó en él.
El Hachita Ludueña criticó hace unos meses al jugador mexicano, al que tachó de conformista. El argentino, de talento extraordinario, habló por la herida: su talento era para el balompié europeo y ahora trotará –nunca corre– en la selva careña, junto a Dante Tronco López. Con eso de que la regla 10-8 aplica también en el ascenso, sobrarán ahí jugadores en sus últimos años.
Julio Gómez se ganó el apodo de La Momia en el Mundial Sub-17 de México 2011, cuando se vistió de héroe al anotar un gol de chilena ante Alemania, luego de que había sufrido una herida en la cabeza. Cinco años después, muchos dicen que esa fama se le subió, no ha podido consolidarse en el máximo circuito y después de haber militado con los Tuzos ahora estará con los Coras de Tepic.
Otros dos campeones mundiales sub-17, el capitán Arturo Pollo Briseño y Giovanni Casillas también andarán en el ascenso; el primero con los Bravos de Juárez y el segundo en Tampico Madero.
Jorge Enríquez se perfilaba como un jugador de alto nivel cuando era titular en el Tri que consiguió la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Londres 2012. Un año antes, había sido elegido el tercer mejor jugador del Mundial Sub-20 de Colombia. El Chatón perdió la titularidad en Chivas, luego de una alarmante baja de juego, y ahora será compañero de La Momia Gómez.
El que seguirá en primera es Pablo Barrera. Luego de un torneo en la banca de Monterrey, regresa a los Pumas. Barrera, representado por Greg Taylor, fue rescatado para el equipo dirigido por Francisco Palencia, quien casualmente también tiene de promotor a Taylor.
Por otra parte, el Tri de Juan Carlos Osorio sigue con buenos resultados, algunos de la mano de la suerte, y calificó a cuartos de final de la Copa América. Al colombiano se le critica por no mantener un cuadro base –lo que no es del todo cierto, ya que por lo regular cinco elementos repiten en su alineación–, pero es de resaltar los minuciosos análisis que realiza del rival en turno.
Pero más allá de la táctica de Osorio, Rafael Márquez parece tener razón de tratar de terminar de líder de grupo para evitar a Argentina, que se perfila como el máximo favorito del torneo sobre todo ahora que a Lionel Messi le picó la cresta Diego Maradona al decir que le falta personalidad para echarse a la albiceleste al hombro.
Messi respondió con un triplete ante Panamá, pero para desmentir totalmente al Pelusa necesita ganar una Copa del Mundo. Sólo así estaría al nivel de los grandes del balompié.