A dos años de la reforma política es innegable el desencanto ante los millones de promocionales que se difundieron en las campañas políticas porque no alentaron el debate público, afirmó el presidente del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), Constancio Carrasco Daza.

Lamentó que las campañas políticas olvidaran la presentación de propuestas concretas de políticas públicas y se haya preferido utilizar la propaganda para hacer imputaciones sobre delitos graves, afirmaciones acerca de vínculos del adversario político con organizaciones criminales y críticas generales. Estos son los rasgos que hoy delinean la comunicación política frente al pasado proceso electoral. Fueron los signos que adquirió nuestro avance hacia la democracia, dijo.

Al participar en la sesión inaugural del seminario La reforma de la justicia electoral, organizado por el Instituto de Investigaciones Jurídicas de la Universidad Nacional Autónoma de México, el presidente del TEPJF insistió en que la propaganda política no debe perder su objetivo constitucional de crear un espacio de comunicación democrático, ser un medio real de deliberación de las ideas y un canal para que los candidatos y partidos políticos expongan su plataforma política y sus compromisos con la sociedad.

Incluso, consideró que la exigencia legal que hoy impera en nuestro sistema electoral de realizar sólo dos debates entre candidatos es absolutamente insuficiente para generar un ambiente real de deliberación en una sociedad compleja con un mosaico inmenso de problemas de todo tipo.

Por ello, propuso celebrar más debates libres y auténticos, organizados por las autoridades electorales, donde interactúen instituciones académicas, organizaciones civiles y la opinión pública en general, en la lógica de las redes sociales.

En tanto, el presidente del Instituto Nacional Electoral, Lorenzo Córdova, señaló que si bien es necesario una reforma electoral en los mecanismos de impugnación, tampoco es una cuestión imperativa. Con las actuales reglas y normas se puede hacer frente a la elección presidencial de 2018, dijo.

No es indispensable una reforma electoral de cara a 2018, con la institucionalidad y reglas electorales que hoy tenemos podemos ir a esos comicios. Son perfectibles las reglas, sí, cómo no. Pero las autoridades electorales hemos demostrado que a pesar de lo complejo de esta última reforma, éste puede ser el marco normativo con el que administremos y organicemos las elecciones de 2018, dijo.

Además, citó que en ese año no sólo habrá la elección presidencial, sino también la de senadores, diputados y otras 29 elecciones concurrentes. Nunca antes en la vida democrática del país ha habido una elección como a la que vamos a ir en 2018.