Sones de la tierra oaxaqueña serán interpretados por niñas, niños y jóvenes de la Banda Filarmónica del Centro de Capacitación y Desarrollo de la Cultura Mixe (Cecam), cuyos ritmos están vinculados a la cosmogonía de sus raíces, su identidad y cultura.

El 3 de julio darán un concierto en el Teatro de la Ciudad Esperanza Iris, al lado de la cantante Susana Harp, el tenor Fernando de la Mora y el pianista Héctor Infanzón.

En Santa María Tlahuitoltepec, Oaxaca, se ubica el Cecam, dirigido por Mauro Delgado; ahí estudian casi 300 niños y cuenta con clases para pequeños de cuatro a 12 años, adolescentes de 13 a 19 años y un nivel medio superior del cual egresan como instructores de las bandas musicales de las comunidades de la región.

Ese centro de formación, creado hace 39 años, requiere recursos, pues no cuenta con apoyo de alguna institución y los ingresos por el concierto serán destinados a la educación integral de niños mixes, zapotecos, chinantecos y triquis, entre otras etnias.

La música en Oaxaca está presente en la vida cotidiana seamos músicos o no. Todos los pueblos tienen sus bandas y las comunidades se esfuerzan por contar con una; es un amor y cariño que tenemos a la música, dijo a La Jornada Mauro Delgado, fundador del proyecto de formación musical en la Sierra Norte.

Egresados brillantes

Del Cecam han egresado 35 generaciones de jóvenes músicos indígenas de Oaxaca y otras entidades y muchos han logrado espacios en reconocidas filarmónicas nacionales y extranjeras.

La flautista Concepción Hernández, quien será solista en el concierto Sones de tierra y nube, forma parte de la Filarmónica del Instituto Politécnico Nacional.

En el Teatro de la Ciudad acompañará a la Banda Filarmónica el trompetista Mauro Kuxy, quien se formó en ese centro y hoy cursa una maestría en Francia.

Harp, quien se ha sumado al proyecto del Cecam, dijo que el centro “necesita una validación oficial y contar con fondos fijos para subsistir, tener programas y continuar la labor educativa que no es sólo para los pueblos oaxaqueños, sino también para las comunidades de otros estados.

A la escuela de Santa María Tlahuitoltepec asisten niños y jóvenes de otros estados; hay un albergue donde se hospedan, alimentan y educan; es un esfuerzo comunitario que necesita apoyo.

Héctor Infanzón, quien participará en el concierto, consideró una particularidad del Cecam que a temprana edad los niños aprenden música y viven para ésta. Antes de leer y escribir, ya están tocando música y eso crea una generación de extraordinarios músicos y personas sensibles.

El concierto Sones de tierra y nube con la Banda Filarmónica del Cecam será el 3 de julio a las 18 horas en el Teatro de la Ciudad Esperanza Iris (Donceles 36, Centro Histórico).

De modo paralelo al recital, indígenas de Tlahuitoltepec venderán blusas y camisas el primero de julio en los museos Memoria y Tolerancia y de Culturas Populares para tomarse una fotografía con esa prenda el día siguiente a las 15 horas en solidaridad con la comunidad que el año pasado fue afectada por el plagio y comercialización de la blusa que confeccionó la diseñadora francesa Isabel Marant.