Ricardo Anaya, dirigente del Partido Acción Nacional (PAN), advirtió ayer que el gobernador de Veracruz, Javier Duarte de Ochoa, está equivocado si cree que con amagos y actos violentos como los ocurridos el miércoles en Xalapa va a detener las denuncias en su contra por corrupción.

Al referirse al zafarrancho sucedido fuera del Congreso veracruzano, donde le lanzaron adoquines y botellas, dijo que pudo haber muerto más de una persona.

Anaya, junto con Santiago Creel, presidente de la comisión de elecciones del blanquiazul, y Miguel Ángel Yunes Linares, gobernador electo, fueron agredidos por integrantes de la organización de los 400 Pueblos, cuya dirigencia acusó a Yunes de provocar el ataque al pasar por donde la agrupación realizaba una asamblea cuando sabe que hay campesinos agraviados por él.

El vocero del PAN, Fernando Rodríguez, respondió que los únicos provocadores fueron los enviados de Duarte y que los panistas se condujeron con respeto y prudencia. Además, la calle es pública y ellos no tenían por qué andarse escondiendo ni saliendo por puertas traseras.

Informó que presentarán una denuncia ante la Procuraduría General de la República (PGR) este viernes; sin embargo, Anaya consideró en varias entrevistas radiofónicas que no era necesario porque se trata de hechos que se persiguen de oficio.

Por otra parte, el presidente del blanquiazul celebró que el Partido Revolucionario Institucional en el Congreso estatal haya retirado ayer del orden del día el nombramiento del fiscal anticorrupción, como pidió a los diputados locales el miércoles.