Viena.

Las elecciones presidenciales de Austria tendrán que repetirse debido a varios errores en el recuento de votos, anunció este viernes el Tribunal Constitucional del país tras evaluar la petición de impugnación presentada por el ultraderechista Partido de la Libertad de Austria (FPÖ, por sus siglas en alemán), el cual perdió los comicios por un estrecho margen ante Los Verdes.

La decisión no convierte a nadie en perdedor o ganador, afirmó el presidente del Tribunal Constitucional, Gerhart Holzinger, quien considera que el dictamen servirá para fortalecer la confianza en el estado de derecho y la democracia.

Holzinger aclaró que si bien no hubo fraude en el recuento de sufragios, los procedimientos aplicados, como apertura anticipada, almacenamiento de sobres distinto del que establece la ley y el recuento por personas que no estaban habilitadas, son motivo suficiente para llamar a nuevas elecciones, ya que la norma en la materia debe ser estrictamente respetada.

El FPÖ impugnó los comicios por numerosas infracciones a la ley. Su candidato, Norbert Hofer, perdió en la segunda vuelta, celebrada hace seis semanas, por una mínima diferencia en favor de su rival, Alexander Van der Bellen, candidato apoyado por Los Verdes. Tras el cómputo final, este último le sacó una ventaja de sólo 30 mil 863 votos.

El nuevo gobernante austriaco debería asumir la semana próxima. Ahora la presidencia del Consejo Nacional, al que pertenece Hofer, tomará el cargo de forma interina. El mandato del actual gobernante, Heinz Fischer, finalizará el 8 de julio.

Las nuevas elecciones entre Van der Bellen y Hofer se celebrarán posiblemente a finales de septiembre o principios de octubre, informó el Ministerio de Interior.

Van der Bellen se mostró confiado en lograr otra victoria: Si lo hice una vez, lo puedo lograr de nuevo, dijo el profesor de economía, de 72 años. El FPÖ también se declaró listo. Pero no queremos torturar a la población austriaca con una campaña muy larga, declaró el secretario general del FPÖ, Herbert Kickl.

El presidente Fischer, quien estuvo 12 años a la cabeza de Austria, elogió a los jueces. La democracia superó una prueba, afirmó.

Añadió que estaba orgulloso de la decisión. De acuerdo con el Ministerio de Interior, celebrar comicios nuevamente costará unos 10 millones de euros.