Chihuahua, Chih.

Más de 200 mil personas se transportaron en camionetas y otros vehículos oficiales, patrullas y taxis habilitados como colectivos al cumplirse este lunes el tercer día de paro de choferes del sistema de transporte Vive Bus y de las rutas alimentadoras en esta ciudad.

Los líderes Julio Hinojosa, Juan Carlos López y Jorge Meraz manifestaron que no avanzan las negociaciones para que la empresa Coordinadora de Transporte Colectivo (CTC) y el gobierno estatal les paguen salarios caídos, horas extras y cuotas del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y del Instituto del Fondo nacional de la Vivienda de los Trabajadores (Infonavit). La deuda asciende a 14 millones de pesos.

Precisaron que mil 50 choferes están en paro; unos trabajan en la ruta troncal del Vive Bus, sistema que cuenta con 84 unidades que administra el gobierno del estado, y otros pertenecen a la CTC, que aglutina a las rutas alimentadoras y está formada por 460 concesionarios.

Ayer, desde temprano, los propietarios de 460 camiones que operan en las rutas alimentadoras llegaron a las oficinas del gobierno estatal ante la posibilidad de que las autoridades de transporte empezaran a cancelar concesiones.

Gustavo Morales, director de Transporte estatal, aseguró que la empresa CTC, integrada por los concesionarios, tiene que pagar las deudas y que las denuncias de los choferes por incumplimiento de pago deben resolverse con la parte patronal.

Adelantó que la ley estatal prevé la cancelación de concesiones cuando se suspende el servicio, pero antes debe identificarse a los responsables del paro.

Déficit de $20 millones al mes

Francisco Lozoya, ex administrador de la CTC, rechazó cualquier intento de la autoridad de cancelar las licencias de permisionarios y sostuvo que los problemas financieros de la CTC se originaron por la mala administración desde que empezó a funcionar el Sistema Vive Bus, en agosto de 2013.

En ese entonces, refirió, detectaron un déficit financiero de 20 millones de pesos mensuales que impide la correcta operación del sistema, pero el gobierno del estado se opuso al incremento gradual de tarifas.

Lozoya reconoció que la CTC adeuda cuotas al IMSS y al Infonavit porque esos recursos fueron utilizados para pagar combustible y nómina, pues el gobierno estatal incumplió su compromiso de reponer los fondos.