Más de 4 mil silbatos se entregaron ayer en las estaciones Guerrero, Hidalgo, Pino Suárez, Balderas, Pantitlán y Chapultepec del Metro, así como en juzgados cívicos, como parte de la estrategia 30-100 contra la violencia hacia las mujeres (Vive Segura) que el Gobierno de la Ciudad de México presentó el 28 de abril pasado.

Minutos después de las 8 horas, decenas de mujeres de todas edades comenzaron a formarse frente a las mesas donde se les entregaba una bolsa de plástico con un silbato color negro y un folleto, en el que se incluía un número de folio y la explicación sobre la importancia de esta herramienta preventiva y disuasiva, así como los pasos a seguir en caso de ser víctima o presenciar una agresión.

En menos de una hora, sólo en la estación Balderas se repartieron 100 silbatos y antes de las 3 de la tarde la cifra llegaba a casi a mil.

La directora del Instituto de las Mujeres (Inmujeres) de la Ciudad de México, Teresa Incháustegui Romero, recordó que cuando se anunció esta acción algunos medios de comunicación se pitorrearon y en redes sociales no sólo se cuestionó, sino que se llevó hasta el ridículo.

Mea culpa

“Tenemos que hacer un mea culpa; la mitad fue nuestra y la otra de los medios y redes sociales, porque en la Ciudad de México un silbato es un pito y lo mismo decimos cuando algo no vale”, admitió.

Pero, agregó, se maximizó esto al decir que estábamos proponiendo resolver el tema de la seguridad con un silbato, cuando se están haciendo un montón de cosas, y ésta es sólo una herramienta de un conjunto.

Incháustegui Romero resumió: Lo cierto es que las mujeres quieren el silbato, porque sienten que es una herramienta que les brindará seguridad.

Comentó que el lunes pasado, día en que se distribuyeron algunos silbatos en juzgados cívicos, una chica que lo recibió por la mañana, al regresar por la tarde a su casa un tipo la iba acosando en el Metro Mixcoac; ella silbó y se detuvo al agresor a la salida de la estación.

Detalló que en una primera fase se tiene previsto entregar 15 mil silbatos –que estimó se pueda realizar antes de tres días, si se toma en cuenta la respuesta que hubo ayer– y se hará una evaluación de su funcionamiento.

Para recibir el silbato, el personal de Inmujeres les pide una identificación para tomar su nombre, dirección y edad con fines estadísticos, y se les pide un correo electrónico y su autorización para establecer comunicación con ellas y hacerles algunas preguntas sobre su experiencia con el uso de esta herramienta.