La economía mexicana se encuentra en situación vulnerable y con indicadores que apuntan a una tendencia desfavorable. En el primer semestre de este año, extranjeros retiraron del país inversiones que tenían en bonos del gobierno por 243 mil 111 millones de pesos. En ese periodo, el peso se convirtió en la segunda moneda más depreciada y, apenas esta semana, fueron divulgados datos sobre una disminución del consumo de los hogares y de caída en la inversión que realizan las empresas en maquinaria y equipo, así como en la construcción.

La perspectiva para la segunda mitad del año es que continuará la desaceleración de la actividad productiva, una vez que se revisan las cifras sobre la participación de extranjeros en el mercado de bonos y el comportamiento de la moneda, anticipó Gabriela Siller, directora de análisis económico y financiero del Banco Base.

–¿Cómo describe la situación de la economía en este momento?

–Se encuentra en una situación vulnerable. Los indicadores apuntan a una tendencia desfavorable para los siguientes meses.

En el frente financiero, la economía mexicana acusa una reversión de las inversiones que llegaron al país a partir del estallido de la crisis financiera de 2008, para aprovechar las mayores tasas de interés que se ofrecen aquí respecto de los mercados de países desarrollados. Desde aquel año y hasta el tercer trimestre de 2015 entraron capitales para tomar posiciones en instrumentos financieros por el equivalente a 300 mil millones de dólares, según cifras aportadas ayer por Gabriela Siller.

La tendencia se ha revertido. En lo que va de 2016, los extranjeros han retirado recursos que mantenían en bonos emitidos por el gobierno en el mercado local por 243 mil 111 millones de pesos, 4 por ciento de lo que tenían al cierre de 2015. Desde marzo pasado, cada vez se ha registrado un descenso en el monto de valores gubernamentales en poder de inversionistas foráneos.

Al cierre del año pasado, 38.9 por ciento del total de los valores gubernamentales emitidos en el mercado financiero local estaba en poder de inversionistas extranjeros. La proporción se redujo en junio a 33.09 por ciento, expuso Siller, con base en datos del Banco de México.

También en el terreno financiero, el peso se volvió la segunda moneda con mayor pérdida de valor. En lo que va de este año se ha depreciado 8.57 por ciento, sólo abajo de la libra esterlina, que acumula en el mismo periodo una depreciación de 11.62 por ciento. En contraste, el real brasileño, la moneda de un país que pasa por una recesión que quizá se extienda por dos años, ha tenido una apreciación de 19.9 por ciento en el año.