Las obras de 64 artistas internacionales, creadas entre 1946 y 2015, testimonios de una amplia red de significados, forman la exposición Rastros y vestigios: indagaciones sobre el presente, la cual ocupa varias salas del Antiguo Colegio de San Ildefonso.

Las 121 obras forman parte de la colección Isabel y Agustín Coppel (CIAC). Incluyen pintura, instalación, fotografía, escultura, documentos, diapositivas, recortes de periódico y videos de Francis Alÿs, Carlos Amorales, Joseph Beuys, Alighiero Boetti, Félix González Torres, Mona Hatoum, On Kawara, Alfredo Jaar, Teresa Margolles, Ana Mendieta, Gabriel Orozco, Andy Warhol y Wim Wenders, por citar algunos.

La premisa básica es el interés que tenemos por que los diversos lenguajes del arte contemporáneo sean accesibles a un público más amplio, explicó Tatiana Cuevas, curadora de la exposición.

De objeto mudo a testigo

La idea es imaginar un conjunto de obras de arte contemporáneo como signos que dan cuenta de esta civilización. Las piezas han sido elegidas por su capacidad de evocar escenarios deshabitados o formar parte de los rastros sujetos a ser interpretados.

Por ejemplo, añadió Cuevas, la arqueología es un modelo de esta indagación por su capacidad para alterar la condición original del artefacto en cuestión, haciéndolo pasar de objeto mudo a testigo de un entorno social y cultural.

Rastros y vestigios... es una especie de inventario de fragmentos culturales de los siglos XX y XXI con obras que dan cuenta de varios significados, ya sea económicos, políticos, sociales, culturales e ideológicos.

Las obras, puntualiza la curadora, funcionan como testimonios del presente y cómo cada quien revela sus hábitos. Es decir, lo vestigios que producimos hoy son huella de lo que seremos mañana, puntualizó Tatiana Cuevas.

También existen obras de Damián Ortega, Carlos Garaicoa y Gordon Matta-Clark, con referencias o registros de edificaciones y configuraciones urbanas que constituyen vestigios arquetípicos que sugieren modos de vida, sistemas de tránsito y procesos de crecimiento en distintas sociedades.

La muestra va acompañada por un catálogo, además de una aplicación gratuita y una audioguía, con lo cual se enriquecerá la comprensión del contenido curatorial.

Entre las piezas destacan las de Wim Wenders con la fotografía After a Concert by Die Toten Hosen at the Westfalen Stadium, Dortmund; la instalación de Danh Vo Batas de baño, pantuflas y silla, y la obra donde se observa un mapeo que con gomas de mascar sugiere las ciudades alemanas que fueron bombardeadas durante la Segunda Guerra Mundial.

A la par se preparan un ciclo de conferencias, talleres y recorridos guiados a propósito de la exposición en el recinto barroco, que se ubica en Justo Sierra 16, Centro Histórico. La exposición permanecerá hasta el 21 de agosto.