Colima, Col.

Tres personas murieron después de ser tratadas en el Centro Estatal de Hemodiálisis (CEM) entre el pasado 30 de junio y el viernes anterior debido a una alta concentración de cloro en las máquinas, reportada hacía más de 10 días.

Según familiares, otros pacientes han presentado infecciones y fiebre, entre otros padecimientos, y responsabilizaron a Paul García Cobián, director del centro, y a Andrea Atilano. Cuando reclamaron, la doctora nos dijo que a cada rato se muere gente.

Los pacientes pagan 638 pesos por sesión de hemodiálisis en el CEM, dependiente de la Secretaría de Salud estatal, pero entran y empiezan a sentir escalofríos, dolor de huesos, náuseas, y lo único que nos dicen es que vayamos al Hospital Regional Universitario (HRU), en el cual sí hemos recibido buena atención, dijo una de las quejosas.

Se han detectado siete personas (que habrían enfermado luego de acudir al CEM) y tres de nuestros conocidos han fallecido en 12 días. Hay una señora en urgencias y dos internadas por la misma causa, dijeron.

Una mujer relató que su esposo acudió a hemodiálisis, pero al cabo de varios minutos comenzó a sentirse mal, le bajó la presión arterial y tuvieron que desconectarlo, pero le negaron una ambulancia para trasladarlo al HRU.

Los inconformes exigieron una investigación seria y señalaron que antes el CEM atendía a 13 pacientes al día y actualmente son sólo cinco.