Miércoles 13 de julio de 2016, p. 16
A pesar de las campañas ostentosas de algunos candidatos a gobernadores, que fueron denunciadas por sus adversarios, el Instituto Nacional Electoral (INE) concluyó que ninguno rebasó los topes legales de gastos y por tanto, sólo se hicieron acreedores a minimultas.
De cinco gobernadores electos, a Antonio Gali, de Puebla, se le detectó un mayor monto de gasto oculto por 5.5 millones de pesos más 385 mil pesos, resultado de quejas de los partidos Revolucionario Institucional (PRI), de la Revolución Democrática (PRD), y Movimiento Regeneración Nacional (Morena). Por esto último se hace acreedor a la sanción más alta por quejas, de apenas 592 mil pesos.
Incluso así sus desembolsos suman 28 millones de pesos y como el límite eran 35 millones, todavía tenía un margen de siete millones de pesos.
Quien estuvo más cerca del tope de erogaciones fue Carlos Joaquín González, próximo gobernador de Quintana Roo por la alianza PRD-Partido Acción Nacional (PAN), al que le detectaron 170 mil pesos, con lo que totalizó 4.2 millones de pesos; es decir, 200 mil pesos menos de lo permitido.
En el otro extremo está el priísta Alejandro Murat, gobernador electo de Oaxaca, a quien sólo le hallaron erogaciones no reportadas por 548 mil pesos, más otros 3 mil pesos, tras una queja del sol azteca. Es decir, según el INE, sólo gastó 27 millones de pesos, equivalentes a 41 por ciento del límite que es 68 millones de pesos.
Al futuro mandatario de Chihuahua, el panista Javier Corral Jurado, le detectaron 482 mil pesos de gastos no reportados entre quejas y los monitoreos del INE para quedar con un total de 15.9 millones de pesos, la tercera parte del tope de 48.3 millones de pesos.
De acuerdo con cifras dadas a conocer por el consejero Ciro Murayama, presidente de la Comisión de Fiscalización, al priísta Alejandro Tello, ganador en Zacatecas, le detectaron 2.1 millones de pesos para dar un total de 10.6 millones de pesos destinados a la campaña; es decir, 41 por ciento del tope de 25.3 millones de pesos.
Con estos resultados, Murayama insistió que los partidos políticos se están financiando con recursos lícitos y están usando el dinero para fines lícitos
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Señaló que si bien no se conforman con hacer una fiscalización de escritorio o de gabinete, es una misión imposible tener todo el detalle de todo lo que ocurre en las campañas
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