Las horas perdidas en movilidad en las ciudades atentan contra las estructuras y relaciones sociales, familiares, personales y afectivas, consideró Víctor Herminio Palacio Muñoz, profesor-investigador del Centro de Investigaciones Económicas, Sociales y Tecnológicas de la Agro-Industria y la Agricultura Mundial de la Universidad Autónoma Chapingo.

Al participar en la quinta Feria del Libro y la Ciudad, organizada en la unidad Xochimilco de la Universidad Autónoma Metropolitana, el académico resaltó que al invertir demasiadas horas en traslados laborales, escolares y de servicios, entre otros, queda muy poco tiempo destinable a la calidad de vida individual y familiar.

“El promedio nacional que se destina a los traslados en las metrópolis es de cuatro horas –dos para ir a un destino y dos para regresar– de las 24 del día; una sexta parte de la vida se pierde en el Metro, los caminos, los peseros o el tráfico, tiempo que pudiera ocuparse para uno mismo.”

En la presentación del libro Debates y estudios de la movilidad laboral en la región centro del país: alcances y dimensiones desde México, coordinado por Blanca Rebeca Ramírez Velázquez, del Departamento de Teoría y Análisis de la unidad Xochimilco, expuso que el rompimiento de las relaciones afectivas, la desintegración familiar, problemas de conducta y sicosociales, son algunos problemas provocados por esta circunstancia.

El maestro en urbanismo aseveró que el tiempo de traslado debería estar considerado en el salario porque se destina al trabajo. Es una forma de explotación, porque causa deterioro e incide en la calidad de vida.

En tanto, Ramírez Velázquez expuso que la obra concluye que existen múltiples formas de analizar la movilidad, dependiendo de la visión con que se aborde y se capten sus diversas dimensiones.

Debates y estudios de la movilidad laboral (...) muestra que las personas se trasladan de múltiples formas; emplean diversas estrategias producto de la condición laboral, la economía, de lo que le proporcione el empleador o de las situaciones que deba resolver para poder desplazarse.

La doctora en urbanismo aseveró que actualmente nos desplazamos a mayores distancias en tiempos mucho más largos o destinamos demasiado tiempo para distancias cortas; ambas situaciones tienen costos que se incrementan y deben ser cubiertos con el salario.

Para encontrar soluciones de la problemática se necesita hacer conciencia de la circunstancia, que exista una política clara del Estado en relación con la movilidad metropolitana y que el tema de movilidad se incluya en el salario como parte de compensación del tiempo que uno tarda en desplazarse del lugar del trabajo al hogar. La movilidad no es el transporte, es la forma y las modalidades en que la gente se desplaza.