Es casi medianoche y el tránsito sobre calzada de Tlalpan permite a los conductores circular en el límite de 80 kilómetros por hora. El vehículo zigzaguea rebasando a otros. En un segundo algo ocurre: el celular vibra, la aplicación advierte que en los carriles centrales se encuentra Pikachu, uno de los pokemones más populares. La chica frena sin importar quién viene detrás, y orilla el auto. Ni siquiera estuvo consciente del riesgo, lo único importante es cazar al codiciado personaje animado.

Escenas como ésta ha causado la fiebre generada por la app para teléfonos inteligentes Pokémon Go, creada por el gigante japonés de videojuegos Nintendo, la cual se lanzó en pocos países el pasado 15 de julio.

Especialistas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) señalaron que el éxito de este juego se debe a que combina la interacción entre la realidad per se, la realidad aumentada y la tecnología de geolocalización. Aunque advirtieron que el uso excesivo de éste y otros juegos de video refleja la necesidad de reconocimiento de los individuos y puede devenir patología.

Una aventura en el mundo real, es la frase de mercadeo en la página oficial con la que los creadores invitan a los usuarios a sumarse al juego, como cazadores de pokemones (contracción de pequeños monstruos).

Calculan millones de descargas en México

En conferencia de prensa, Alejandro García, coordinador general del laboratorio UNAM Mobile, indicó que aun cuando el juego no ha llegado de manera legal a México, millones de personas han ideado formas de obtenerlo, porque la app se ha viralizado a escala global.

Si bien no hay números oficiales, calculó que en el país podría haber millones de descargas. En México hay 60 millones de teléfonos inteligentes, de los cuales 23 millones son empleados por jóvenes de entre 18 y 26 años (público específico para Pokémon Go), por lo que al estar disponible en nuestro territorio registraría una cifra de entre 8 y 12 millones de descargas.

Otros datos muestran que en Estados Unidos –una de las primeras naciones donde fue liberado el juego– se alcanzaron 23 millones de usuarios al día, superando a Twitter, Facebook y la aplicación de citas Tinder. En los primeros días de su lanzamiento, la palabra “pokemon” superó en búsquedas en Google a la palabra porno. Además, las acciones de Nintendo en la primera semana se dispararon 58 por ciento.

Hasta ahora el juego está disponible en 35 países.

Será una tecnología cotidiana

García aseveró que en cinco años la realidad aumentada (como el juego de Pokémon Go) será una tecnología de uso cotidiano, como hoy son los teléfonos inteligentes. Por ello recomendó que hay que estar preparados para entender esta nueva convivencia entre lo humano y lo digital.

Óscar Clavellina, profesor de la Facultad de Sicología de la UNAM, consideró que el uso excesivo de las apps, redes sociales y videojuegos refleja una individualidad exacerbada.

Al igual que los juegos de video, Pokémon Go ofrece al usuario satisfacciones constantes cada que se logra una meta, aunque al mismo tiempo genera adicción, porque después de esto vienen las frustraciones y la necesidad de mayor reconocimiento. El experto señaló que las frustraciones son buenas, pero en la vida real los individuos encuentran soluciones para superarlas, mientras en el mundo virtual la tecnología las da, y limita la capacidad personal para buscar respuestas ante diferentes problemas.

Lo interesante de este juego es que mezcla lo palpable con lo virtual, pero en lugar de que la gente modifique sus circunstancias, éstas se alteran y así la realidad suele parecer ciencia ficción. Así, salir a la calle, ver un árbol o escuchar el canto de un ave es parte de un divertimento virtual y esto puede resultar patológico, porque estos escenarios pueden volverse parte de la cotidianidad, indicó.

Los expertos señalaron que la realidad aumentada bien ejecutada es benéfica, sobre todo para fines educativos o académicos. “El uso de estas apps debe ser corresponsabilidad de todos, por ello es necesario informarse. La educación será fundamento para evitar el caos, porque entre más se tenga, la capacidad reflexiva y crítica será mayor”.