El público seleccionó el set list del próximo concierto de Cecilia Toussaint, titulado Azul, que se realizará el jueves 4 de agosto en El Imperial, por lo que quien vaya será complacido con un extra: la tocada estará dedicada, en homenaje póstumo, a José Luis Domínguez, guitarrista que acompañó a la cantante en diferentes etapas de la vida, una de ellas brillante: en el grupo Arpía.

En entrevista, Toussaint agregó: Lancé la convocatoria y la gente respondió a ella. Sí armé un repertorio que cantaré en los antros habidos y por haber de esta ciudad. Tengo ganas de tocar en el Alicia, en el Bajo Circuito, en el R&R, en el Foro El Tejedor... en todos los sitios que se pueda.

Recibió una lista larga de sugerencias, pero entre las rolas se hallan algunas que ella, dijo, no sabía que gustaban tanto, como Fiebre de invierno, Territorio (que es una canción que casi nunca canté en vivo), y las más solicitadas: Prendedor, Sácalo, Te voy a odiar... mucho de lo viejo y algo de lo nuevo.

“Hay, en ese repertorio, en las solicitudes, un poco de nostalgia, y tengo la sensación de que la gente piensa que yo hace mucho que no canto en vivo. Sí tomé la decisión, en un momento, de no cantar tanto en el DF, porque estaba mucho y casi siempre en los mismos lugares. Paré. No fue tanto tiempo. Se siente en la gente que participó para seleccionar el repertorio algo de nostalgia, y veo un espectro generacional bastante amplio. Sí veo que hay cuarentones, cincuentones y muchos chavos, muy curiosos, que me han oído en discos, pero no en vivo. Hay quienes me dicen que su papá me escuchaba, o su tía. Hay curiosidad.

“Por eso me ilusiona mucho este concierto. Es la primera vez que voy a cantar estas canciones sin José Luis Domínguez, que fue mi guitarrista durante 26 años. Falleció recientemente. Ahora mi banda está conformada por puros chavos egresados del DIM, escuela que él dirigió. Está mi hijo Julián en la batería, Jorge Chacón en la guitarra, quien fue alumno consentidísimo de José Luis; Óscar, que fue alumno y ahora es maestro en el DIM. Estoy trabajando con la gente cercana a José Luis y es especial lo que se está logrando con este concierto. Él tocaba muy bien y tenía un sonido singular. Siempre dije que, aparte de ser mi hermano y mi mejor amigo, su sonido me hizo cantar de una manera. Pudo sacar de mí algo que yo no sabía que tenía. Gracias a su sonido. Era gran guitarrista y excelente ser humano. Todos sus requintos son maravillosos, ¡todos! Prendedor sin él es imposible. O sea, el principio de esa canción es José Luis y está su sello. En Astrágalo, ¡en todas! A mí no me suenan viejas todas esas canciones.

Faro, proceso dolororso

“A mí me da igual tocar en lugares chicos, medianos o grandes. Lo importante es que la gente no deje de escuchar. Y que los de mi generación se den a la nostalgia también está padre. Pienso hacer algo con mi disco Faro, que pasó por un proceso muy doloroso y ahorita está un poco guardado. Ahora lo quiero retomar.”

Su hijo es bataco y le pega duro al instrumento. “Es buen músico, es él y nosotros –Cecilia y Alfonso André– no tenemos nada que ver. Lo respeto porque nos ha pedido que nosotros no estemos ahí y que le demos chance. Siente que tiene que hallar su propio espacio. Por ser nosotros sus padres es my gacho que la gente lo descalifique de antemano. Ahorita es el baterista de Las Víctimas del Dr. Cerebro. Ni yo ni su papá tuvimos nada que ver. También es el suplente con Chema Arreola”.

Cecilia está por terminar el disco Cien años para mi Consuelo, su segundo homenaje a Consuelo Velázquez, con quien tuvo una amistad entrañable. “Este 2016 cumpliría 100 años. Ojalá el cedé esté listo el 21 de agosto, fecha de la efeméride. Viene Amar y vivir, Cachito, Verdad amarga y otras. Haré teatro en La Teatrería el 8 de septiembre, entre otros proyectos”.