Es sometida a ionización para mejorar el aprovechamiento de minerales
Sábado 10 de septiembre de 2016, p. 34
Estudiantes de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) crearon una potabilizadora de agua de lluvia que utiliza filtros hechos a partir de botellas de PET, imanes, esponjas y arena. La llaman Atlcaualo –detención de agua, en náhuatl– y retiene materia suspendida, microorganismos y metales pesados, entre otros contaminantes, además de que ioniza el líquido, lo que ayuda a que los minerales que contiene sean aprovechados por el cuerpo.
La potabilizadora fue pensada para ser instalada en comunidades de escasos recursos, por lo que los jóvenes emplearon materiales reciclados. Pedro Rubicel Paredes, alumno de ingeniería química y uno de los diseñadores del aparato, señaló que cuando hablamos de pobreza también se habla de escasez de agua, por lo que con el proyecto buscamos purificarla, pero también proveer de minerales y nutrientes a las personas
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El equipo fue creado por Pilar Selene Simón Téllez y Mariana Hernández Hernández, adscritas a la licenciatura en ingeniería en recursos hídricos, y Ottmar Grover Rocalde Cardeño, alumno de licenciatura en arte y comunicación digitales, todos de la unidad Lerma; así como Margarito Filomeno Nicolás, Luis Alberto Antonio Narcizo y Junior Uriel Ocampo García, de la licenciatura en ingeniería electrónica, y Pedro Rubicel Paredes, de la licenciatura en ingeniería química, estos últimos de la unidad Azcapotzalco.
El grupo detalló que el sistema está formado por un conjunto de filtros compuesto por esponjas encargadas de la primera filtración de sedimentos; tepetate para captar sólidos más pequeños, que al mismo tiempo proporciona alcalinidad; carbón activo para eliminar malos olores; tela; arena, y nuevamente esponja.
El nivel dos de purificación cuenta con un sistema de luz ultravioleta y dos imanes de dominio que crean el campo magnético para el proceso de ionización, al cual se suma una corriente eléctrica para, finalmente y con el empleo de peptonas –polipéptidos formados durante la degradación enzimática de proteínas, que constituyen la principal fuente de nitrógeno para el cultivo de bacterias obtenidas de la tortilla–, conseguir un sistema de filtración totalmente biológico.
El sistema contribuye a extraer vitamina B, hierro, calcio y magnesio, entre otros nutrientes alimenticios y minerales, que ayudan al mejor aprovechamiento proteínico del organismo y son difíciles de obtener por los habitantes de comunidades de escasos recursos.
Los alumnos explicaron que con la ionización a escala celular, las sales minerales como el magnesio son más fáciles de ser fagocitadas, es decir, que posean la capacidad de absorción en las células del organismo, lo que representa mayor aprovechamiento de nutrientes que en muchos casos no se obtiene con los alimentos que se consumen
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