Para las comunidades y pueblos indígenas sería un gran logro que en la constitución se defina a la Ciudad de México como pluriétnica y pluricultural, así como que sea obligatorio pedirles su opinión sobre los proyectos que afecten sus derechos territoriales, de alimentación, culturales y linguísticos, entre otros, pero sobre todo que se les reconozca como sujetos de derecho, aseveró Rosa Icela Rodríguez Velázquez, titular de la Secretaría de Desarrollo Rural y Equidad para las Comunidades (Sederec).

Advirtió que de aprobarse la carta magna en los términos de la declaración de las Naciones Unidas en la materia, ésta sería la primera a escala mundial que defienda y aterrice todos los derechos de los indígenas.

En entrevista señaló que de ocurrir esto crearía condiciones de igualdad, inclusión y equidad para uno de los sectores de la población más vulnerados y discriminados, no sólo en esta ciudad, sino en el país.

La secretaria advirtió que se correrá el riesgo de que la carta magna se convierta en letra muerta si no se cuenta con leyes reglamentarias correspondientes. Enfatizó: La mejor vacuna para que no sea así estará sobre la cancha de los legisladores, los cuales deben ser muy sensibles para destinar los recursos que se requieran con el fin de generar las condiciones de equidad. Lo demás sería demagogia.

En la Ciudad de México hay más de 784 mil personas que se reconocen como indígenas y que pertenecen a 55 de las 66 etnias que existen en el país. Suelen encontrarse entre los más pobres de los pobres, lo que se expresa en forma dramática en la situación de mujeres, niños, niñas y personas mayores indígenas, refirió la funcionaria.

Rodríguez Velázquez subrayó que para la administración que encabeza el jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera Espinosa, es vital hacer visible a este sector, ya que, de acuerdo con los resultados de las encuestas, los indígenas son la población más discriminada por la sociedad capitalina. Eso duele.

Un año y casi dos meses después de haber asumido el cargo, Rodríguez Velázquez consideró que ayudar a que los indígenas en reclusión tengan acceso a la justicia y salgan en libertad está entre lo más importante que realiza la Sederec, aunque aclaró: No quiero menospreciar nada de lo que lo que hacemos.

Hasta el pasado jueves había 471 indígenas recluidos. Con el apoyo de dos abogados esta secretaría ha logrado 18 preliberaciones. Tal vez no sea muy significativo el número; sin embargo, te hace ver qué útil es que un servidor público no sea un burócrata más y que, por el contrario, se involucre y preocupe por atender las necesidades de la población.

Comentó que siente una gran satisfacción cuando los indígenas, en su mayoría muy jóvenes, salen de la cárcel y son recibidos por su familia, sobre todo porque por ley la Sederec es la encargada de tutelar los derechos de los indígenas en esta ciudad.

Explicó que al ver que la distancia impide que muchos de los indígenas acudan a las oficinas de la Sederec, se tomó la decisión de ir a los predios o unidades habitacionales donde viven, y en coordinación con otras secretarías o dependencias llevarles distintos servicios.

En sus recorridos por las siete delegaciones rurales ha aprendido que la gente quiere atención y que se les hable con la verdad. “Te reclaman cuando no lo haces, por eso es mejor que se le diga: ‘ahora no se puede, no hay recursos’, a que les asegures que sí se van hacer las cosas cuando sabes que no es así”, enfatizó.

Rodríguez Velázquez aseguró que todos los días su equipo evalúa si realmente están haciendo una gestión eficiente y tienen resultados. De otra manera nos quedaríamos en las palabras y eso sería demagogia, concluyó.