La presidenta de la Comisión de Derechos Humanos del Senado, Angélica de la Peña, acusó a la jerarquía de la Iglesia católica de estar detrás de la integración del Frente Nacional por la Familia y de las movilizaciones que éste ha convocado en diversas ciudades en contra de la iniciativa del presidente Enrique Peña Nieto sobre los matrimonios igualitarios.

Por separado, el senador Alejandro Encinas –del grupo perredista– advirtió que el Estado debe garantizar el ejercicio pleno de los derechos civiles y la libertad de pensamiento y forma de vida, y recordó que las tensiones con la Iglesia han sido permanentes y sistemáticas cuando se trata de temas relacionados con la sexualidad.

Ambos legisladores coincidieron en señalar que pese a la campaña homofóbica desplegada por la Iglesia, el próximo martes comenzará en el Senado el debate sobre las reformas constitucionales con un foro en la materia: Matrimonio Civil Igualitario.

Encinas recordó que en 2006, cuando fue jefe de Gobierno capitalino, al publicarse la primera ley que permitía las sociedades en convivencia, hubo enorme presión del clero, de la jerarquía eclesiástica para que esta iniciativa no prosperara, porque abriría las puertas al matrimonio igualitario y a la adopción realizada por parejas del mismo sexo.

De la Peña recalcó que el Frente Nacional por la Familia, que impulsa la Iglesia católica, ha intensificado en días recientes, previo a las marchas que convocaron, su campaña de odio y discriminación contra la comunidad lésbico gay, basada en mentiras y falsedades.

La insensatez de estos grupos ultraconservadores es tal que acusan al gobierno de pretender quitar la patria potestad a los padres de familia para que no puedan oponerse a la ideología de género.

Lamentó que los grupos parlamentarios del PRI en ambas cámaras hayan cedido ante las amenazas de la Iglesia católica y pretendan congelar la discusión del tema, que el PRD revivió en el Senado, con la presentación de tres iniciativas, dos de ellas de la sociedad civil.