Publica Tusquets edición conmemorativa por 25 años de la novela predilecta del autor
Quienes creemos en el socialismo estamos igual que en tiempos de ese personaje de la Revolución Mexicana: en una encrucijada, expresa el narrador en entrevista con La Jornada
Jueves 15 de septiembre de 2016, p. 3
Pocos autores se atreven a reconocer que una de sus novelas es su favorita. Ignacio Solares (Ciudad Juárez, 1945) es uno de ellos.
La noche de Ángeles para mí es quizá mi novela predilecta
, dice en entrevista con motivo de la edición conmemorativa a 25 años de su aparición.
Esa novela, publicada ahora por Tusquets, tiene como protagonista al general Felipe Ángeles, situado entre los actores secundarios de la Revolución Mexicana. Existen pocos estudios acerca de él y entre quienes han marcado su papel en el conflicto armado figuran Adolfo Gilly, Paco Ignacio Taibo II, Elena Garro y Friedrich Katz, además de la biografía escrita por el general Federico Cervantes, quien fue representante de Ángeles en la Convención de Aguascalientes.
Ángeles, expresa el narrador, es como un personaje secundario de la historia, siendo que simboliza lo mejor de nuestra revolución: el mérito de Madero es indudable en su concepto de la democracia, bonhomía, su fe, pero era un místico. Bernardo Reyes era un loco que pudo haber salvado al país, pero dudó y no se atrevió a ir contra don Porfirio cuando tenía todo el pueblo en su favor. Carranza, un viejo pachorrudo, terco, vendido a Estados Unidos, y Obregón un asesino.
Hombre culto y de entrega
–¿Otro habría sido nuestro país?
–Imagínate con gente como Ángeles. Es que necesitamos Felipes Ángeles, pero qué difícil porque para que los dejen llegar... ¿No será que este planeta de alguna manera, como decía Aldous Huxley, es el infierno de otro planeta?
–¿En qué momento decidió convertir a Felipe Ángeles en el protagonista de una novela?
–Entré a la historia por la puerta trasera. No estudié esa disciplina, sino letras españolas. Mis primeras novelas son fantásticas, como Anónimo; hice el reportaje Delirium tremens, pero cuando leí sobre Madero llegué a la biografía de Cervantes sobre Ángeles, y me hechicé con él.
Me enamoré de él. De repente me dije: este hombre, su cultura, su entrega, su fidelidad a Madero, su capacidad de solidaridad con los pobres, su amor por su familia, su integridad. Era muy carismático, un líder sin querer serlo.
–Este libro tiene 25 años, ¿qué ha pasado en este tiempo con la figura de Felipe Ángeles?
–Algo ha salido acerca de él, pero no lo suficiente. Al personaje se han acercado personas muy dedicadas a la historia y de forma muy valiosa, como Friedrich Katz, Taibo II en su libro sobre Villa, que por cierto es el mejor sobre éste. Pero quienes creemos en el socialismo estamos igual que en esos tiempos: en una encrucijada.
Ángeles es un de una actualidad brutal; era un estratega militar e ideológico. Tenía gran cultura, él sí veía más adelante y a partir de esa capacidad, podemos llamarla o no cristiana, de ver por el prójimo, que es la más alta capacidad del ser humano.
–¿Eso es lo que nos falta?
–Sí, en este momento de tanta corrupción, de triquiñuelas, de trampas, de narcotráfico.
“Ángeles nos recuerda a los idealistas que hemos tenido, varios en nuestra historia, que han creído que la única salvación de este país es la justicia social.
Si no hay justicia social, si no hay honestidad, si no hay sensibilidad ante el dolor del prójimo, no hay salvación. Lo que les pasa a los otros también me pasa a mí. Un símbolo de todo eso es el gran personaje cristiano de nuestra historia, Felipe Ángeles. Porque hoy cómo puedes estar pensando en comprarte casas, en el poder, en comprar aviones y el que te ensalcen en un país de miserables, que es lo que somos.
Y explica, por qué La noche de Ángeles es su novela predilecta: “Es muy difícil para un autor plasmar en una novela lo que cree. ¿Por qué? Porque no hay nada peor que una novela didáctica, siempre es pésima; la novela de mensaje es horrible, mala literatura.
“Pero a veces tienes la suerte de hallar un personaje que encarna lo que crees y no lo dices tú: lo dice o lo hace éste. Idealmente el verdadero personaje cristiano por excelencia que he podido plasmar en mi literatura es Felipe Ángeles.
“Por desgracia es muy difícil plasmar esta postura que tiene que ver más con el prójimo, con la justicia, más aún con la justicia social que con la ortodoxia, con las normas eclesiásticas.
“La primera muestra de un cristiano está en su trato con el prójimo: dime cómo lo tratas y te diré cuán cristiano eres. Ángeles fue idealista, siempre luchó por la justicia social, fue ‘de izquierda’, socialista, respetaba a los prisioneros.
Habría que valorarlo; ojalá y yo ponga un granito de arena, con eso me conformo para que siga vivo y se estudie más su figura, sobre todo entre los jóvenes, pues necesitan mirar hacia atrás para ver de dónde venimos, dónde estamos y adónde vamos. Es fundamental que se interesen por la historia, por Ángeles, porque van a encontrar el reflejo de un idealismo que es nuestra única posibilidad de salvación.