Tomás Zerón renunció a su cargo de jefe de la Agencia de Investigación Criminal (AIC), presuntamente por ‘‘motivos personales’’. Su salida fue una de las exigencias que mantuvieron desde abril pasado padres de los 43 normalistas de Ayotzinapa desaparecidos, tras acusarlo de haber alterado evidencias y manipulado la investigación del caso Iguala.

En un comunicado de prensa, de dos párrafos, donde no se mencionan la causas ni se alude al tema Ayotzinapa ni a la investigación en su contra, la Procuraduría General de la República (PGR) informó que ayer su titular, Arely Gómez, aceptó la renuncia de Zerón de Lucio.

La dependencia señaló: ‘‘La titular de la PGR reconoció los esfuerzos de Zerón al frente de la agencia, que integra tres áreas sustantivas de la institución, como es la Policía Federal Ministerial, la Coordinación General de Servicios Periciales y el Centro Nacional de Planeación, Análisis e Información para el Combate a la Delincuencia, y le deseó éxito en sus proyectos personales y profesionales’’.

Zerón es investigado por la Visitaduría General de la PGR para determinar si incurrió en omisiones, alteración de una escena del crimen, abuso de autoridad o alguna otra responsabilidad de tipo administrativo o penal, por haber llevado a cabo una diligencia relacionada con la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa sin haber dado cuenta de ello al Ministerio Público Federal.

Tomás Zerón ingresó a la PGR en diciembre de 2013, una vez que el entonces procurador Jesús Murillo Karam lo designó jefe de la extinta Agencia Federal de Investigación (AFI, ahora convertida en Policía Federal Ministerial). Se graduó en 1995 de licenciado en administración industrial en el Instituto Politécnico Nacional, y luego ingresó a la Policía Federal Preventiva, en la que alcanzó el grado de jefe de sección, y posteriormente, en su paso por la Secretaría de Seguridad Pública federal –2006-2007– fue designado coordinador de control.

El ex funcionario ha tenido una carrera cuestionada, ya que en la SSP federal estuvo apenas unos meses cuando Genaro García Luna dirigía la dependencia, pues fue cesado en mayo de 2007 junto con cinco mandos debido a la falta de coordinación logística que permitió que un convoy de 15 vehículos recorriera más de 400 kilómetros y alrededor de 50 sicarios de grupos delictivos atacara a policías municipales de Cananea, Sonora. Las balaceras se prolongaron varias horas y el saldo fue de 22 personas muertas.

Tras su despido de la SSP federal, Zerón fue designado coordinador de investigación y análisis de la Procuraduría General de Justicia del estado de México; allí quedó bajo el mando de Alfredo Castillo Cervantes, entonces procurador general de esa entidad y primo de Humberto Castillejos Cervantes. También conoció al entonces gobernador Enrique Peña Nieto y tuvo participación en la indagatoria de la muerte de la niña Paulette.

En la PGR, los cuestionamientos a su trabajo aumentaron a partir del último informe del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) sobre el caso Iguala, presentado el 24 de abril pasado, cuando se dieron a conocer fotografías y un video donde Tomás Zerón aparece en el cauce del río San Juan junto con Agustín García Reyes, presunto integrante de Guerreros unidos, en una diligencia que nunca se integró a la investigación.

Incluso, el grupo de expertos señaló que por estos hechos se podría inferir que personal de la PGR pudo haber sembrado pruebas y hasta restos óseos. Las revelaciones del GIEI sobre las ‘‘actuaciones irregulares y fuera de la ley’’ realizadas por Zerón de Lucio obligaron a la procuraduría a abrir una ‘‘investigación interna’’ contra el hoy ex funcionario, de la cual no se ha informado hasta ahora.

La exigencia no atendida de separar de su cargo a Zerón de Lucio provocó que el pasado 18 de agosto los padres de familia de los estudiantes desaparecidos decidieran romper el diálogo con la PGR y con cualquier autoridad federal; desde esta fecha no se ha realizado ningún encuentro entre las partes.