El Caminante se desplazó desde Huitzuco hasta Iguala, Guerrero. Recibió y dio órdenes a grupos de halcones y sicarios que participaron en el ataque a los normalistas de Ayotzinapa la noche del 26 de septiembre de 2014 y la desaparición de 43 de ellos al día siguiente.

El Caminante –un hombre que no ha sido identificado– es una de las piezas más importantes para esclarecer las líneas de investigación que siguen abiertas en el llamado caso Iguala.

Las recientes indagatorias de la Procuraduría General de la República (PGR) mantienen la controvertida verdad histórica del ex procurador Jesús Murillo Karam ante los tribunales, de que los 43 estudiantes fueron incinerados en el basurero de Cocula.

En las averiguaciones previas existe una línea de investigación que no se ha cerrado y que considera que no todos los normalistas quedaron en manos de células del cártel Guerreros unidos: 17 habrían sido detenidos por policías y llevados al tiradero; el resto, recolectados en distintos puntos de Iguala por sicarios bajo las órdenes de Víctor Hugo Benítez Palacios, El Tilo, otro de los líderes de ese grupo delictivo, ya detenido.

A dos años de lo sucedido en Iguala, 128 personas han sido detenidas, 70 acusadas directamente de haber participado en el secuestro y desaparición de los 43 estudiantes. Entre ellas hay más de 30 policías, 30 integrantes de Guerreros unidos y funcionarios, como el entonces alcalde José Luis Abarca, todos sujetos ya a proceso penal y sin derecho a libertad bajo fianza.

Las otros 58 detenidos han sido capturados como parte de las investigaciones, acompañando a los involucrados en la desaparición de los estudiantes, pero vinculados principalmente con actividades de narcotráfico, lavado de dinero o ser sicarios que trabajaban para el citado cártel y que han sido acusados de delincuencia organizada en diversas modalidades. Tampoco han obtenido beneficios de libertad bajo fianza.

La verdad histórica, de acuerdo con investigaciones de la PGR, se ha ido modificando en parte, ya que ahora se indaga si los 43 fueron divididos en grupos. Esta hipótesis se tomó en cuenta a solicitud de los padres de los normalistas, los representantes legales de los familiares y de los integrantes del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI).

La parte que se mantiene vigente en las investigaciones de la PGR sostiene que “los alumnos trasladados por elementos de las policías de Iguala y de Cocula al parecer fueron entregados al ya detenido Felipe Rodríguez Salgado, El Terco o El Cepillo, en el punto conocido como Lomas Coyote”, y este grupo habría estado integrado por 17 normalistas, los cuales fueron llevados después al basurero de Cocula.

Sobre el resto de los estudiantes, en documentos de la PGR existen los siguientes señalamientos:

“De la declaración de Gildardo Lopez Astudillo, El Gil, del 17 de septiembre de 2015, pudo conocerse que el indiciado 18 (Víctor Hugo Benítez Palacios, El Tilo) y la gente a su mando presuntamente se encargaron de recolectar a estudiantes por la ciudad” de Iguala la noche del 26 de septiembre.

“(…) Los estudiantes que fueron capturados por el indiciado 18, presumiblemente los jóvenes que no se ha podido determinar a bordo de qué autobús viajaban, fueron llevados por este grupo criminal hasta el rancho de El Tilo, ubicado en el poblado de Tijeritas. Ahí, al parecer disolvieron sus restos. El inmueble en cita ya fue objeto de un cateo por esta autoridad desde el inicio de la investigación, como parte de las pesquisas inherentes, sin obtener resultados”.

La línea de investigación sigue abierta y para ello se realizaron, entre otras, diligencias forenses en tres domicilios ubicados en la colonia Lomas de Padierna, en la delegación Tlalpan de la Ciudad de México, así como en ranchos y terrenos localizados en los municipios de Iguala y Cocula, todo ello entre octubre de 2014 y abril de 2015.

En las nuevas indagatorias, la PGR obtuvo indicios de que los normalistas fueron divididos en al menos dos grupos, según declaraciones de Sidronio Casarrubias Salgado, líder de Guerreros unidos, quien señaló que Víctor Hugo Benítez Palacios, El Tilo, le informó que un grupo de 17 miembros del cártel Los rojos, rivales de Guerreros unidos, se habían infiltrado entre los estudiantes para asesinarlo a él y a sus cinco hermanos.

El Tilo desplegó a su grupo de sicarios y halcones para atacar y detener a los normalistas, según las investigaciones de la PGR, y mientras Gildardo López Astudillo, El Gil, se coordinaba con las policías de Iguala y Cocula, los hombres de Benítez Palacios secuestraron a estudiantes en inmediaciones del palacio municipal y otras calles de Iguala.

En medio de esas acciones, apareció un hombre al que las autoridades no han identificado, al menos de manera pública, pero lo mencionan como El Caminante, miembro de Guerreros unidos con poder y vinculación con otros mandos, halcones y sicarios en casi todo Guerrero.