La salinera enfrenta juicios por $13 mil 682 millones y no cuenta con capacidad de pago
Lunes 26 de septiembre de 2016, p. 11
La empresa Exportadora de Sal (Essa) enfrenta juicios fiscales, mercantiles, civiles y laborales por 13 mil 682 millones de pesos, y no cuenta con un pasivo contingente que le permita hacer frente a cualquier resolución judicial en su contra, según el comisario de la Secretaría de la Función Pública (SFP) en la empresa.
En contraste, sus ganancias netas anuales se reducen a 190 millones de pesos anuales, porque los principales beneficios son para Mitsubishi por conducto de sus filiales.
Para evitar que ese riesgo se considere como quiebra técnica, la dirección de Essa registró esos juicios en el rubro cuentas de orden y no como pasivos en sus estados financieros, presentados el 31 de diciembre de 2015, dijo al respecto el ex director de Essa, Jorge López Portillo.
En su informe sobre los estados financieros de Essa, de 2015 y presentados el 26 de abril pasado, el comisario Alfonso Víctor Sáenz Ramírez, refirió que conforme a la auditoría realizada por peritos externos de la misma dependencia, la empresa no cuenta con pasivos contingentes.
Esto porque, resaltó el informe, como indican las cartas de abogados emitidas por la gerente jurídica y el subgerente de recursos humanos, los juicios fiscales y laborales detallados en dichos documentos al 31 de diciembre de 2015 no tenían fallo alguno en favor o en contra de Exportadora de Sal y en los juicios que se detallan como cerrados los efectos contables se registraron en su oportunidad
.
Sin embargo, los auditores señalaron: se tienen varios litigios y/o juicios derivados del curso normal de las operaciones
, y el comisario Sáenz Ramírez observó que Essa no ha realizado una cuantificación total de los procesos judiciales tramitados de manera directa y los pasivos laborales.
El comisario recomendó a Essa validar el monto total de juicios fiscales, mercantiles, civiles y laborales
.
Una de las principales demandas es de la productora de plásticos Packsys, por incumplimiento de Essa en un contrato para extracción de salmuera residual.
En el mismo informe, el comisario de la SFP reportó que al 31 de diciembre de 2015, la Exportadora de Sal mostró una pérdida cambiaria por 246 millones 988 mil 764 pesos por operaciones con instrumentos financieros, derivado del pago de seguros de cobertura.
Ese monto está integrado por 76 millones 748 mil 240 pesos a las coberturas con Banamex y 179 millones 265 mil pesos a Union Bank, y de las cuales el beneficiario fue Bank of Tokio Mitsubishi, filial de Mitsubishi Corporation, que tiene 49 por ciento de las acciones de Essa.
Mitsubishi, sin embargo, opera como monopolio: su único transportador de sal es Baja Bulk Carriers, que cobra a la paraestatal 30 dólares por tonelada métrica, en contraste con el costo internacional de 22, además de que los buques –a renta también con otra filial de Mitsubishi– regresan vacíos a Guerrero Negro, lo que constituye una pérdida adicional para la salinera.
Las cuentas de Baja Bulk Carriers y la de Essa se manejan por conducto de Union Bank, parte del grupo Mitsubishi Financial Services.
Setenta por ciento del transporte de la sal que contrata Baja Bulk Carriers lo realizan barcos de la Nippon Yusen Kaisha (NYK), la compañía japonesa de buques que forma parte del Grupo Mitsubishi, con contratos anuales de 100 millones de dólares.
Incluso, el combustible de los barcos que tiene arrendados Baja Bulk Carriers, que consumen un total aproximado anual de 30 mil toneladas métricas, los surte Mitsubishi Energy Corporation para un monto anual de 15 millones de dólares.
Los seguros contra riesgos, contingencias, vida y servicios médicos de Baja Bulk Carriers son provistos por Tokio Marine Insurance, también parte del Grupo Mitsubishi, con primas anuales de 200 millones de dólares.
Con Tokio Marine Insurance, Essa contrató la renta del buque Buenavista, a 15 años y por asignación directa, a la Nippon Gijutsu Boeki, filial de NYK, con una inversión de entre 50 y 60 millones de dólares.
Asimismo, en su opinión del 30 de marzo de este año, el comisario resaltó que Essa omitió referir acciones para evitar la recurrencia de ocho observaciones
realizadas por la Auditoría Superior de la Federación, principalmente por el precio de la sal, que Mitsubishi paga entre 15 y 17 dólares por tonelada métrica y revende en el mercado internacional entre 50 y 70 dólares.