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a la guerra
El cabildeo de la extrema derecha logró su cometido
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El ex presidente colombiano Álvaro Uribe, férreo opositor a los acuerdos de paz con las FARCFoto Ap
 
Periódico La Jornada
Lunes 3 de octubre de 2016, p. 4

Bogotá.

El triunfo del no en el plebiscito sobre el acuerdo de paz en Colombia demostró el abismo entre los electores de los centros urbanos y los de las zonas rurales más afectadas por la violencia, partidarios de cesar la guerra de inmediato.

El futuro de Colombia, con este resultado, es incierto, porque el actual pacto no se puede implementar tal como está, por decisión del voto en el proceso ciudadano llevado a cabo ayer.

Una estrecha mayoría de colombianos dijo no a una política agraria integral, a la justicia transicional, a la lucha integral contra las drogas, a la reconversión de las FARC en partido político, a la verdad, a la reparación del daño y a la no repetición de estos hechos, ejes del acuerdo firmado el pasado 26 de septiembre en Cartagena.

Los puntos de la agenda que fueron negociados tuvieron amplio respaldo internacional, desde que iniciaron los diálogos entre el gobierno y las FARC en La Habana, en noviembre de 2012.

Pero en la sociedad colombiana la negociación con el grupo insurgente fue rechazada desde un principio por los sectores de la extrema derecha encabezados por el ex presidente Álvaro Uribe Vélez y el ex procurador Alejandro Ordóñez, quienes fueron los dos ganadores de este resultado.

Según analistas, el gran triunfador de la jornada fue el ex presidente Álvaro Uribe, líder del partido de derecha radical Centro Democrático, quien encabezó la campaña por el no.

Uribe, principal líder de la oposición, asegura que su sector no pide la continuación del conflicto, sino una paz que implique una renegociación de los acuerdos con las FARC.

Este resultado también demuestra el alto nivel de desconfianza entre los colombianos hacia las FARC, por acciones que durante años afectaron a la población civil y por incumplimientos con acuerdos anteriores.

Los electores también expresaron su descontento con el presidente Santos, quien se jugó todo su capital en los pasados seis años de sus dos periodos presidenciales.

El dilema de la guerra y la paz queda en este momento en un verdadero limbo político y jurídico, que deberá ser resuelto mediante un amplio acuerdo nacional de todas las fuerzas políticas y sociales, incluidas las FARC, para no echar atrás todo lo construido.