Qué importa quién sea el mejor libra por libra, si lo verdaderamente valioso es el reconocimiento sincero de la gente. Francisco Bandido Vargas, campeón superpluma del Consejo Mundial de Boxeo, lo afirma convencido mientras regresa de un descanso que fue no sólo necesario, sino razonable. En poco más de seis meses, entre noviembre de 2015 y junio de 2016, dio un par de combates memorables, uno contra el japonés Takashi Miura y otro ante Orlando Salido.

Al Bandido se le reconoce porque sus combates estremecen al más firme y porque no hay tregua, hay demasiados puñetazos, sangre y drama. Ha ganado después de estar al borde del nocaut y ha bajado con la victoria, pero tras soportar mucho castigo, sonriente pero con tajos en el rostro que reflejan el sacrificio.

Las estadísticas posteriores a sus peleas revelan cantidades asombrosas de intercambio de golpes; en el combate ante Siri Salido, el portal Compubox registró que ambos mexicanos intercambiaron más de 2 mil.

Ya pasó el tiempo de descanso, pero no puedo dejar de entrenar porque subo de peso y después me agarran las carreras para mi próxima pelea, que calculo será para febrero, dice.

Después de sus recientes combates, por el castigo a que se somete, a pesar de sus victorias fue enviado a realizarse tomografías y evaluaciones para descartar lesiones. Más allá de esa rutina clínica, Bandido no le da mayor importancia. Nunca se ha sentido mal tras un combate y cada golpe que recibe lo considera un costo del oficio, pero sobre todo de su estilo.

Ese es mi estilo y no pienso cambiarlo, aunque me lo han recomendado, así soy y doy espectáculo, dice con orgullo. Por eso la mención del mejor libra por libra, que otorga la comunidad del boxeo, no le resulta tan significativa como el reconocimiento de la gente.

La verdad, lo que me gusta es el reconocimiento de la gente que ve mis peleas, que soy un boxeador que entrega todo en el cuadrilátero y que subo a dar un buen espectáculo, dice.

Los dos rivales más recientes a los que ha enfrentado, precisamente los más violentos de sus combates, Mihura y Salido, pelearán el 17 de diciembre en California. Vargas dice con parquedad que será una dura contienda, como las que sostuvo con ellos.

Los verá con atención porque piensa que es probable que se vuelva a cruzar con ellos. Mientras, se prepara de nuevo, pero advierte: No podemos esperar rivales fáciles para descansar o para mantenernos sólo activos.