En México nuestras prácticas de transparencia dejan mucho que desear, aseveró Jacqueline Peschard, quien añadió que aunque existen muy buenos niveles de consistencia legal y normativa, mucho de los sujetos obligados a la transparencia le dan la vuelta a esta práctica, que debería ser rutina.

En entrevista concedida a La Jornada al culminar la mesa de análisis sobre reivindicación de la instituciones, realizada en la sala Lucio Mendieta y Núñez de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, la ex presidenta del entonces Instituto Federal de Acceso a la Información (IFAI) indicó que existen muchas reticencias a cumplir con los requisitos que marca la ley en este aspecto.

Señaló que en el país aún no existe una cultura de transparencia, a diferencia, por ejemplo, de lo que ocurre en los países escandinavos, los cuales llevan a cabo estas prácticas desde antes del siglo XVIII y añadió que el tema de la rendición de cuentas no es algo es algo menor, pues es uno de los elementos esenciales de la democracia. Si no hay transparencia, no hay democracia, es un requisito indispensable de ésta. Comentó que justamente ayer se publicó una nota en que se expone que somos el país menos transparente de la OCDE, pero tenemos muy buena legislación.

Remarcó que la transparencia es un asunto también de relación, por una parte de quienes están sujetos a la rendición de cuentas y por otra de la ciudadanía que debe estar permanentemente vigilando que la rendición de cuentas se ejerza y funcione, que sea una rutina.

No obstante esta situación consideró que hemos avanzado, pero sí tenemos prácticas que todavía están muy viciadas.