El transporte público en las zonas metropolitanas del valle de México, Guadalajara, Monterrey y Puebla es inseguro –en términos de que los usuarios son víctimas de robos y asaltos–, incómodo, caro y lento. Además, el tiempo de traslado para los pasajeros resulta excesivo.

De acuerdo con encuestas de percepción elaboradas por El Poder del Consumidor en la zona metropolitana del valle de México, 61 por ciento de pasajeros consideran que en los microbuses, autobuses y combis encuentran la menor protección a su integridad física (es decir, sufren acoso en varias formas).

En Guadalajara, 71 por ciento de usuarios consideran que ofrecen el peor servicio y 53 por ciento los perciben peligrosos. En tanto, habitantes de Monterrey opinan que son los que más afectan al medio ambiente (83 por ciento) y 53 por ciento los considera peligrosos. La mala imagen del transporte público en Puebla también los convierte en los más contaminantes, según 77 por ciento de los pasajeros.

Una concesión por persona

Organizaciones y especialistas en la materia señalaron que el modelo operativo del servicio público predominante en estas ciudades es el del caótico hombre-camión, es decir, una concesión por persona.

Señalaron que para transformar el sistema actual es necesario considerar varias directrices para integrar una empresa mercantil, entre ellas planeación, visión estratégica de cambio, diseño del plan de negocio y certidumbre financiera, operación del servicio e infraestructura.

Daniel Zamudio, coordinador de Transporte Eficiente de la asociación, señaló que el actual sistema tiene dificultades como sobreposición de rutas –cuyo servicio no está programado en tiempos, frecuencias y paradas establecidas, lo que conlleva a la saturación de unidades en unas vialidades y desabasto en otras–, nulos programas de mantenimiento de los vehículos, falta de capacitación a los conductores, caos vial, nulo respeto a las paradas, horarios de servicio no regulados, así como la ausencia de infraestructura adecuada para privilegiar la circulación del transporte público.

Las autoridades han dejado en el olvido el desarrollo, promoción y proyección de un transporte público de calidad mediante la creación y fomento de empresas mercantiles con soporte técnico-operativo. Al dar preferencia a la presencia de carriles exclusivos para el transporte público aumenta la calidad de vida y productividad de los usuarios, señaló Víctor Alvarado, investigador en movilidad de la sociedad civil.