Hay niveles muy elevados de préstamos dudosos
en Europa
Jueves 6 de octubre de 2016, p. 19
Washington.
El excesivo nivel de deuda no financiera –que en 2015 alcanzó 152 millones de millones de dólares– podría frustrar la recuperación de la economía global y resultar en una nueva crisis financiera en el mundo, advirtió este miércoles el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Expresó su preocupación por los bancos occidentales, y particularmente los europeos, en momentos en que la situación del mayor banco alemán, el Deutsche Bank, y otras instituciones inquieta a los mercados.
Al presentar su más reciente reporte Monitor fiscal, el Fondo hizo notar que dos tercios de esta deuda, alrededor de 100 millones de millones de dólares, consisten en pasivos del sector privado, “los cuales pueden acarrear grandes riesgos cuando lleguen a niveles excesivos.
La excesiva deuda privada es un considerable viento frontal contra la recuperación global y un riesgo para la estabilidad financiera
, sostuvo el director del Departamento de Temas Fiscales del FMI, Víctor Gaspar, durante la presentación del informe antes de su reunión anual de otoño.
El organismo indicó que reducir estos niveles de débito de manera significativa requerirá políticas fiscales que apoyen la actividad económica y faciliten la restructuración de la deuda privada, así como limpiar y eliminar la carga de préstamos bancarios inefectivos.
Entre las recomendaciones ofrecidas por el FMI se incluyen políticas de regulación y supervisión que aseguren que los niveles de deuda privada sean vigilados y sustentados.
Respecto a los bancos europeos, el organismo multilateral señaló que requieren una acción urgente y amplia
para abordar los créditos dudosos que arrastran y los modelos de negocio ineficaces que amenazan con lastrar su beneficio.
Advirtió que una débil rentabilidad en un ambiente de bajos tipos de interés y escaso crecimiento podría erosionar el colchón de los bancos europeos con el tiempo, minando su capacidad para apoyar la recuperación mundial y debilitando la estabilidad. El vice director del FMI de mercados monetarios y de capitales del FMI, Peter Dattels, indicó que la banca europea aún cuenta con créditos morosos por 900 mil millones de euros.
La advertencia llega cuando los mercados se han visto sacudidos por la crisis de confianza en el Deutsche Bank, a raíz de que el Departamento de Justicia de Estados Unidos le demandó el pago de 14 mil millones de dólares por las irregularidades cometidas, entre ellas, haber vendido créditos hipotecarios de alto riesgo (subprime), que precipitaron la crisis mundial de 2008-2009. La multimillonaria multa al banco alemán, que finalmente podría quedar en 5 mil 400 millones de dólares, provocó la caída de las bolsas europeas, preocupadas por la fragilidad del sector.
La reglamentación más estricta del sector, el bajo costo del crédito y el peso de los préstamos en mora minan la rentabilidad de los bancos, así como su capacidad para apoyar el crecimiento, y al final podrían afectar la estabilidad financiera
, advirtió el FMI.
Su capitalización bursátil global perdió 430 mil millones de dólares, en un contexto de economía estancada.
Y aunque se registre una fuerte recuperación, más de un cuarto de los bancos de los países ricos, que administran 11.7 billones de dólares en activos, es decir, cuatro veces más que el PIB de Francia, seguirían siendo débiles y enfrentados a importantes dificultades
.
En Europa la situación es especialmente alarmante, pues cientos de bancos siguen debatiéndose con niveles aún muy elevados de préstamos dudosos
, que podrían transformarse en bruscas pérdidas, dijo el Fondo.
El FMI recomendó que los reguladores y legisladores europeos refuercen sus regímenes de insolvencia para permitir que las entidades anulen los créditos dudosos más rápidamente, mientras los bancos más débiles han de consolidarse en otros más fuertes y reducirse los costos.
Aunque el informe del FMI no da nombres de bancos, se espera que la salud de Deutsche Bank sea un asunto clave de debate esta semana, cuando se reunirán en Washington banqueros, ministros de economía y otros altos cargos políticos en los encuentros organizados por el FMI, el Banco Mundial y el Instituto Internacional de Finanzas.