Jefe de la campaña por el no admite que se utilizaron mensajes manipuladores
Estaban listos para entregar sus armas a la ONU y concentrarse en albergues transitorios
Viernes 7 de octubre de 2016, p. 26
Bogotá.
Centenares de miembros de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) que estaban listos para ir a los lugares donde entregarían sus armas a la Organización de Naciones Unidas empezaron a retornar a las zonas donde han actuado en los últimos años, después de que el acuerdo de paz con el gobierno fue rechazado en el plebiscito del domingo pasado.
La cadena de radio Caracol señaló este jueves que los guerrilleros empezaron a salir desde el miércoles de la región de los Llanos del Yarí, en el sureste, donde a mediados de septiembre asistieron a la décima conferencia de las FARC.
En esa reunión, las FARC aprobaron su disolución como grupo armado y la conversión en un movimiento político legal, pues para entonces ya habían llegado a un acuerdo de paz con el gobierno que ponía punto final a una confrontación de 52 años.
Tres días después de la conferencia, el presidente colombiano, Juan Manuel Santos, y el máximo líder de las FARC, Rodrigo Londoño, también conocido como Timochenko, firmaron el 26 de septiembre en Cartagena de Indias el acuerdo final de paz, en presencia de 15 jefes de Estado y del secretario general de la Organización de Naciones Unidas, Ban Ki-moon.
Sin embargo, el acuerdo de paz quedó en suspenso a raíz del sorpresivo resultado del plebiscito del domingo pasado, en el cual la opción del rechazo venció a la de la refrendación del pacto con 50.21 por ciento de los votos contra 49.78.
El acuerdo entre las partes estipulaba que cinco días después de la firma del acuerdo de paz los cerca de 5 mil 800 miembros de las FARC debían estar ya concentrados en los 27 sectores definidos como albergues transitorios.
Los guerrilleros debían permanecer en esos lugares durante medio año, tiempo durante el cual serían juzgados por un sistema de justicia transicional, prepararían su reincorporación a la vida legal y entregarían 14 mil armas a la ONU.
En este contexto, Juan Carlos Vélez, jefe de campaña del no a los acuerdos de paz, desató una polémica al admitir que sus mensajes eran manipuladores, declaraciones que negó el ex presidente Álvaro Uribe, líder del rechazo al pacto de paz.
Hacen daño los compañeros que no cuidan las comunicaciones
, escribió en su cuenta de Twi-tter Uribe, senador y cabeza del derechista Centro Democrático.
Vélez, ex senador y ex candidato a la alcaldía de Medellín, encargado de la campaña del no, dijo al diario económico La República: estábamos buscando que la gente saliera a votar berraca (enojada)
.
Unos estrategas de Panamá y Brasil nos dijeron que la estrategia era dejar de explicar los acuerdos para centrar el mensaje en la indignación
, agregó. Explicó además que el discurso se adaptó al nivel socioeconómico al que se dirigía. En emisoras de estratos medios y altos nos basamos en la no impunidad, la elegibilidad (de los ex guerrilleros en cargos políticos) y la reforma tributaria, mientras en las emisoras de estratos bajos nos enfocamos en subsidios
, dijo.
Y agregó: En la costa individualizamos el mensaje de que nos íbamos a convertir en Venezuela
.
Según Vélez, “el no fue la campaña más barata y efectiva en mucho tiempo. Su costo-beneficio es muy alto”.
Las cinco principales empresas que aportaron a la campaña fueron la Organización Ardila Lülle, el Grupo Bolívar, el Grupo Uribe, Codiscos y Corbeta.