Nasville, Tenesi.

México obtuvo un deslucido triunfo apenas 2-1 en el partido amistoso contra Nueva Zelanda, en el que lo más destacado resultó el regreso al Tri de Marco Fabián, quien anotó el gol de la victoria.

La selección nacional tuvo un arranque incierto, fue un equipo disperso, sin cohesión ni dominio de balón y evitó la primera anotación al minuto 15, cuando el portero Jesús Corona contuvo el envío del oceánico Marco Rojas.

El técnico Juan Carlos Osorio se enojó al observar el extravío de los tricolores y comenzó a pegar de gritos desde el banquillo. Igual de intenso se mostró Anthony Patrick, timonel de los kiwis.

El público, que llenó el Nissan Stadium, en su mayoría de origen mexicano, se entretuvo desde temprano lanzando el grito de puto ante los despejes del portero Stefan Marinovic, sin hacer caso al mensaje previo al pitazo de arranque que leyó el capitán Giovani dos Santos contra la homofobia y el racismo.

Al minuto 26 Hirving Lozano entró al área por el costado derecho, el zaguero Deklan Wynne lo seguía como su sombra, le dio un pisotón que derribó al jugador del Pachuca y el silbante Jair Marrufo marcó la pena máxima.

Gío se plantó con seguridad y aplicó potente zurdazo que entró a la izquierda del guardameta para el 1-0. La anotación, al minuto 28, inyectó cierto alivio a las filas tricolores, aunque cinco minutos después Lozano erró un increíble remate.

Apenas había arrancado el complemento cuando Nueva Zelanda consiguió el empate. El aguijonazo surtió efecto y por fin el Tri exhibió juego colectivo y recuperó su ventaja en el tablero.

Fue al 56 en una jugada brillante: Oribe Peralta dio servicio retrasado a Fabián, quien encajó el segundo tanto y corroboró su buen paso por la Bundesliga, cuyo equipo, el Eintracht Frankfurt, ya lo quiere de regreso y no estará el martes ante Panamá. Se va con la satisfacción de haber marcado.