El músico y compositor Bob Dylan (Minnesota, 1941), el más reciente ganador del Premio Nobel de Literatura, no se ha presentado a recibir algunos de los galardones más importantes que le han conferido en los años recientes, como el Príncipe de Asturias y el Pulitzer, aunque sí lo ha hecho con reconocimientos como el que le entregó el presidente estadunidense Barack Obama, así como otros a su trayectoria musical.

Destaca el Premio de Música Polar de la Real Academia Sueca de Música, que recibió el autor de The times they are a’ changin’ en 2000, de manos del rey Carlos Gustavo, quien cada año también entrega los Nobel.

En el sitio del galardón de música sueco se lee que con esta presea se reconoce la habilidad de Bob Dylan para combinar poesía, armonía y melodía en un contexto significativo, a menudo provocador; ha cautivado a millones de personas de todas las edades, culturas y sociedades, a través de su acercamiento modesto y persuasivo a la música él ha demostrado una impresionante capacidad para cuestionar a las más resueltas fuerzas políticas, para luchar contra todas las formas de prejuicio, y para ofrecer un apoyo firme a los menos afortunados.

En su momento, se dijo que las ausencias ocurrieron por conciertos cercanos a las fechas de entrega de los galardones; pero existe incertidumbre en torno a la asistencia a la ceremonia de entrega del galardón de la Academia Sueca, en Estocolmo, que se efctuará el 10 de diciembre.

Dylan está de gira por Estados Unidos y, según la página oficial del cantante, concluirá en Fort Lauderdale, Florida, el 23 de noviembre. No existen datos de que alguna presentación impida su presencia en la capital sueca a finales de año.

El Premio Príncipe de Asturias de las Artes 2007 fue conferido al músico, por ser un mito viviente en la historia de la música popular y faro de una generación que tuvo el sueño de cambiar el mundo (La Jornada, 14/6/07).

Bob Dylan con el presidente Barack Obama el 29 de mayo de 2012 en Washington, cuando al músico poeta recibió la Medalla de la Libertad, máxima distinción que otorga el gobierno de Estados UnidosFoto Xinhua

A cambio de su presencia, Robert Allen Zimmerman (nombre real del cantante) envió un mensaje a la Fundación Príncipe de Asturias: Soy consciente del enorme prestigio que este premio proporciona, así como también de la larga lista de ilustres galardonados. Es realmente un gran honor. Lamentablemente, no puedo estar ahí para recibir el premio en persona, pero espero regresar pronto a España para manifestar mi gratitud por este galardón.

Un año después, cuando Dylan fue reconocido con un Pulitzer honorífico en 2008, por su profundo impacto en la música y la cultura popular estadunidense, con sus composiciones líricas de extraordinario poder poético, no se presentó a la Universidad de Columbia a recogerlo, pues envió a su hijo Jesse.

Una situación diferente ocurrió en 2010, cuando el compositor de Blowin’ in the wind recibió la Medalla Nacional de las Artes de manos de Barack Obama, presidente de Estados Unidos.

Y en mayo de 2012 repitió el encuentro, cuando se hizo con la Medalla Presidencial de la Libertad al recibirla de manos de Obama, quien definió al artista como un gigante en la historia de la música estadunidense.

En el libro Crónicas, de Bob Dylan, se relata cómo en la ceremonia en la cual la Universidad de Princeton le confiere un doctorado honoris causa, a la que acudió en 1970, un conferencista enfureció al compositor al definirlo como la auténtica expresión de la conciencia inquieta y militante de la América joven. El autor rememora que podrían haber cambiado esas palabras por detalles sobre su música.