El EI reivindica atentado en Bagdad, el más sangriento de todos
Domingo 16 de octubre de 2016, p. 18
Bagdad.
Alrededor de 55 personas murieron este sábado pasado en tres distintos ataques perpetrados en Irak, incluido un atentado suicida reivindicado por el yihadista Estados Islámico (EI) en Bagdad, el más sangriento en la capital iraquí en los pasados tres meses. Durante el día también se registró un tiroteo contra un puesto de control de la policía en la ciudad de Tikrit y el asesinato de la familia de un líder paramilitar sunita, opositor al EI, informaron fuentes médicas y de seguridad.
La mayor cantidad de víctimas se produjo cuando un atacante suicida estalló la bomba que portaba durante un funeral en el barrio de mayoría chiíta, Al Shaab, en el norte de Bagdad, que dejó 41 muertos y cerca de 63 heridos.
En un comunicado difundido por la agencia Amaq, el EI se adjudicó la responsabilidad del atentado ocurrido durante la festividad religiosa de Ashura, en la que los musulmanes chiítas recuerdan el asesinato del imán Hussein, al que consideran sucesor del profeta Mahoma.
En otro ataque, ocho policías murieron y otros 11 resultaron heridos en Mutaibija, al sur de la ciudad de Tikrit, mientras que los agresores registraron tres decesos. Finalmente, la esposa y tres hijos de Numan Al Mujamaie, líder de la milicia Ishaqi Mobilization, murieron cuando varios hombres armados ingresaron a su casa en la localidad de Ishaq. Los asesinos se enfrentaron con las fuerzas de seguridad y luego se suicidaron detonando cinturones explosivos, informó la policía.
Irak ha registrado varios atentados en meses recientes, aunque la mayoría ha tenido cifras de muertos más bajas que el ataque del sábado. En julio, un coche bomba en el popular distrito comercial de Karrada, en el centro de Bagdad, mató a unas 300 personas y forzó la renuncia del ministro del Interior del país.
La escalada de violencia llegó en momentos en que las fuerzas iraquíes, apoyadas por milicias chiítas y la coalición encabezada por Estados Unidos, se preparan para lanzar una ofensiva en un intento por recuperar Mosul, la última ciudad bajo control del grupo extremista. Esta operación debe llevarse a cabo en los próximos días y es considerada como una de las más complejas en la lucha contra el EI, que según recientes estimaciones del Pentágono, tendría en Mosul entre 3 mil y 4 mil 500 combatientes.