Riesgo de retroceso si el gobierno cede a presiones de la derecha y la Iglesia
La formación integral debe incluir a los padres, señalaron especialistas y profesores

Domingo 16 de octubre de 2016, p. 14
A pesar del compromiso de la Secretaría de Educación Pública para reforzar en el nuevo modelo educativo los contenidos de formación sexual para niños y adolescentes, profesores y expertos en la materia alertaron que sólo “se tocan de manera muy superficial”.
Por ello alertaron del riesgo de retroceso si la dependencia federal, que encabeza Aurelio Nuño Mayer, “cede a las presiones de los grupos de derecha y de la Iglesia católica” para imponer el modelo de una sola familia y no incluir temas como diversidad sexual y combate a la homofia.
En entrevista por separado, José Aguilar, presidente de la Red Democracia y Sexualidad, y Adrián Aldrete Quiñones, profesor investigador de la Universidad Pedagógica Nacional, señalaron que Nuño expresó en enero de este año que la educación sexual estaría presente en los nuevos planes y programas y que incluso se consultaría a la Secretaría de Salud, al considerarlo tema “clave”.
En ese entonces el funcionario agregó que “es algo que vamos, por instruciones del Presidente de la República, a reforzar como parte central de la educación que se debe dar a niños y jóvenes”.
Los especialistas coincidieron en señalar que es necesario actualizar y profundizar los contenidos de la materia en primaria y secundaria. Afirmaron que el miedo, la homofobia y la discrimación “sólo se pueden combatir con información científica, oportuna y laica, que desmonte los mitos y prejuicios contra el ejercicio pleno de la sexualidad”. Destacaron que la información también permite prevenir embarazos en adolescentes y las enfermedades de transmisión sexual.
La Encuesta Nacional de la Dinámica Demográfica 2014 reveló que una de cada tres adolescentes de 15 a 19 años ya inició su vida sexual, y de ellas 44.9 por ciento declaró no haber usado ningún método anticonceptivo en su primera relación sexual.
Sostuvieron que “México debe cumplir los acuerdos internacionales que lo obligan a dar formación científica y laica sobre sexualidad a niños y adolescentes”. Entre ellos se encuentra la declaración ministerial Prevenir con educación, suscrita en México en 2008 por los ministros de educación y salud de América Latina y el Caribe, cuyos gobiernos se comprometen a reducir en 75 por ciento la brecha en el número de escuelas que no han institucionalizado la educación integral en sexualidad. Asimismo, el Consenso de Montevideo sobre Población y Desarrollo, que incluye la educación integral en sexualidad para niños y adolescentes.
“Sería muy contradictorio que después de promover y suscribir estos acuerdos, el Estado mexicano se oponga a seguir avanzando en la implementación de una educación integral en sexualidad”, señaló Aguilar.
Agregó que Nuño Mayer, quien hace unas semanas informó que no se actualizarán los contenidos, pese a que datan de finales de los años 90, debe considerar que “los niños y adolescentes de ese periodo no son iguales a los de 2016, y si se va a modificar el modelo educativo, también se deben actualizar y profundizar los contenidos en educación sexual”.
Aldrete Quiñones resaltó la necesidad de avanzar no sólo en la formación integral de niños y adolescentes, sino incluir a los padres, para “evitar que la falta de información siga generando mitos y temores, y reconocer que hablar de sexualidad humana no es otra cosa más que conocerse a uno mismo”.
En tanto, profesores de primaria y secundaria señalaron que los alumnos están cada vez más expuestos a “contenidos con enorme carga sexual, ya sea en Internet o por televisión, y muchas veces en casa no hay nadie que los oriente. Si la escuela no suple este vacío, los riesgos de que estén expuestos a embarazos no deseados o enfermedades de transmisión sexual se incrementan exponencialmente”.