En México el trabajo se ha precarizado más. Cada vez hay menos empleo decente, y por el contrario, de cada 100 empleados, 53 no ganan lo suficiente para adquirir los niveles mínimos de alimentos, vivienda, y salud; asimismo, en las dos décadas pasadas la masa salarial como porcentaje del producto interno bruto (PIB) ha disminuido 8 puntos porcentuales, y no pueden acceder al mercado laboral 500 mil jóvenes cada año.

Un informe del Centro de Investigación Laboral y Asesoría Sindical (Cilas) señala lo anterior y agrega que el sector laboral mexicano enfrenta salarios pobres, brechas de remuneraciones por género, desigualdad y recorte de derechos colectivos.

Es decir, el país está muy lejos de lograr estándares de trabajo decente, indica el estudio, y añade que a la par de la difícil situación económica nacional y de que se agudizan los problemas de pobreza, desigualdad, endeudamiento del sector público, se profundizan los recortes y despidos en el gobierno federal; también la informalidad es alta y la precarización avanza.

La radiografía de la situación del sector laboral mexicano apunta que 28.8 millones de trabajadores están en la informalidad; 31.1 millones no tienen acceso a la seguridad social; 13.8 millones trabajan más de la jornada legal de 48 horas; la contratación tercerizada de los asalariados es ya de 19 por ciento y 4.6 de los asalariados cobra por honorarios.

En tanto, más de 3 millones de ocupados no reciben salario, es decir, 6.3 por ciento de la población ocupada; 7.8 millones ganan apenas un salario mínimo al día (73 pesos), y en promedio los trabajadores mexicanos perciben 4 mil 365 pesos al mes, aunque las mujeres 30 por ciento menos, señala el informe del Cilas.

Reitera que el salario mínimo es el peor de América Latina, y sólo se ubica encima de El Salvador, y también el más bajo de Latinoamérica. Además, 53 por ciento de la población en el país no puede comprar los mínimos de alimentación, transporte, limpieza, vivienda y salud. Esto, debido a que está creciendo el empleo de un salario mínimo o mal pagado. El empleo que se crea, paga como máximo tres mínimos, que significa poco más de 6 mil 300 pesos mensuales. A ello se tiene que sumar que entre los miembros de la OCDE el país es el que más tiempo labora, pues en promedio son 2 mil 246 horas al año.

Es paradójico y vergonzoso, señala el Cilas, que México vaya a ocupar la presidencia del Grupo Gubernamental de la Organización Internacional del Trabajo, cuyo lema es Construir un futuro con trabajo decente, cuando en el país no hay avances significativos.