Quito.

La conferencia Hábitat III de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), que comenzó este lunes en Quito, pretende, mediante la Nueva Agenda Urbana, trazar el camino para lograr la sostenibilidad de ciudades que actualmente concentran graves problemas de contaminación, seguridad y desigualdad.

La mayoría de los problemas que los seres humanos y la Tierra tienen se deben a nuestras ciudades y a los asentamientos humanos, dijo el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, en rueda de prensa tras la inauguración del encuentro que se realiza en la Casa de la Cultura Ecuatoriana y en el cual participan 193 países.

Las grandes ciudades ocupan apenas 2 por ciento del planeta, pero concentran 50 por ciento de la población, dijo.

Para poner un freno al crecimiento veloz y sin planificación de las urbes, la Conferencia sobre Vivienda y Desarrollo Urbano Sostenible (Hábitat III) adoptará el jueves la denominada Nueva Agenda Urbana. El documento, cuyo borrador tiene 175 puntos, va a fijar las líneas del futuro desarrollo urbano y guiarnos sobre cómo gestionar y desarrollar las ciudades, aseguró Ban Ki-moon.

En la apertura de la conferencia, el presidente de Ecuador, Rafael Correa, confió en el decidido compromiso de los países para cumplir las metas durante los próximos 20 años para una planificación urbana adecuada.

Crecimiento equivocado

Criticó los equivocados conceptos de desarrollo que llevaron al abandono del campo y a una acelerada urbanización en América Latina, donde 81 por ciento de la población está en las ciudades. Y aseguró que producto de un crecimiento desordenado se crean asentamientos informales donde los pobres viven peor y pagan más.

En la primera plenaria, el mandatario venezolano, Nicolás Maduro, manifestó que “la explosión y concentración de inmensos sectores migrantes crearon problemas muy graves en el acceso al suelo urbano, en el derecho a la ciudad, al desarrollo, a la vivienda, a la comunidad, a la paz.

La Nueva Agenda Urbana, en la que destacan acuerdos para la inclusión, la erradicación de la pobreza, el éxito económico y la creación de ciudades resilientes está en sintonía con los objetivos de desarrollo planteados por la ONU para 2030 y de lucha contra el cambio climático.

Esta declaración está alineada con la agenda 2030, que pone al ser humano como prioridad en un desarrollo urbano sostenible, que busca la erradicación de la pobreza y de las grandes desigualdades, expresó Correa, elegido presidente de la conferencia mundial.

El gobernante resaltó el derecho de la gente a vivir con calidad, en armonía con la naturaleza, en ciudades equitativas, accesibles e inclusivas, en particular para personas con discapacidad y migrantes.

Ban Ki-moon señaló que conseguir las metas planteadas para 2030 dependerá de si podemos lograr que las ciudades y los asentamientos urbanos sean incluyentes, resilientes y sostenibles.

La tarea obliga a plantear soluciones a los problemas concentrados en las más grandes ciudades, de contaminación, seguridad, pobreza y asentamientos con una densidad poblacional que superan su capacidad.