Roberto Mano de Piedra Durán afirma que él es una leyenda viva y lo dice con tal naturalidad que no suena arrogante. Otras como Muhammad Ali ya murieron, dice en tono que amenaza siempre con romper en carcajada: Un día me moriré, pero cuando eso sea seré más leyenda. Así que mientras esté vivo, déjenme gozá.

El panameño, considerado el más grande peleador latinoamericano de la historia, está convencido de que las estrellas del boxeo actual no tendrían cabida en el deporte que le tocó vivir.

Antes peleábamos con los mejores; los de hoy no enfrentan a los bravos. Si ellos hubieran nacido en nuestra época habrían sido del montón, señaló Durán durante la presentación de un reloj conmemorativo de la casa Hublot que lleva los colores del Consejo Mundial de Boxeo.

Mano de Piedra está de visita en México para promover la película sobre su biografía, que se estrena en unos días.

Hoy cualquiera gana 50 o 60 millones de dólares, muchísimo dinero que no lo gana ni el presidente de Panamá ni el de México. Nosotros ganábamos máximo un millón y si queríamos tener más debíamos pelear más y contra los mejores, señaló.

Por eso no da importancia a los que se consideran los mejores del momento; ni a Román González, ni Canelo Álvarez ni Floyd Mayweather. Ninguno, desde su perspectiva, ha enfrentado a grandes peleadores.

“Si Canelo es tan bueno que enfrente a éste”, dice señalando al kazajo Gennady Golovkin, quien pasó a su lado lado.