Madrid.

El Premio Cervantes de Literatura de 2016 se fallará y entregará como en años anteriores después de que, tras un mes de incertidumbre, finalmente el gobierno español, presidido por el derechista Mariano Rajoy, liberó la partida presupuestal para solventarlo.

También aprobó recursos para 22 premios nacionales de las artes que estaban pendientes de que la administración les dotará del fondo necesario tanto para reunir al jurado y tomar una decisión sobre los nombres de este año de los galardonados, como para el reconocimiento y las ceremonias de entrega.

España está bloqueada institucionalmente desde el pasado 21 de diciembre, cuando se celebraron las primeras elecciones generales en las que se fragmentó el Parlamento español en cuatro grandes bloques irreconciliables lo cual impidió que se formara gobierno.

El gobierno de Rajoy está en funciones, pero sus competencias están limitadas y tiene escaso margen de maniobra para alterar los presupuestos en vigor, que son a su vez una prórroga de los del año pasado, precisamente por la carencia de un gobierno normalizado.

Ante esa situación, los fondos para solventar los premios nacionales de artes, entre ellos el Cervantes, considerado el máximo galardón literario en lengua española, se encontraban en el limbo.

Pero según informó el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, el Consejo de Ministros dio luz verde a una partida presupuestal de 890 mil euros –sólo el premio Cervantes está dotado de 125 mil– para otorgar y fallar los 22 premios pendientes, entre ellos el Cervantes, el Velázquez y el Luso-Español.

Una prórroga que ocurre justo unos días antes de que se falle el galardón, una vez que estaba previsto, como cada año, que el nombre del ganador del Cervantes de Literatura se diera a conocer el martes 25 de octubre, que este año recaerá en un escritor español si se cumple la regla no escrita de alternar a literatos españoles con hispanoamericanos.