Kirkuk.

Miembros del Estado Islámico (EI) atacaron este viernes la población norteña de Kirkuk en un intento por desviar la ofensiva que las fuerzas iraquíes, apoyadas por la coalición liderada por Estados Unidos, lanzaron hace cinco días para recuperar Mosul, segunda ciudad más grande de Irak, en manos de yihadistas.

Al menos 22 personas murieron durante los enfrentamientos y en distintos atentados suicidas que comenzaron la noche del jueves. Según informes iraquíes, al menos cinco personas se hicieron estallar en edificios gubernamentales de Kirkuk.

Uno de los ataques tuvo lugar en el cuartel general de la policía y dejó saldo de 16 fallecidos y 12 heridos, mientras en una central eléctrica en construcción, situada al noroeste de esa ciudad, tres milicianos del EI mataron a 11 trabajadores, cuatro de ellos iraníes, antes de inmolarse.

Kirkuk, bajo control kurdo, se ubica en una zona petrolera a 150 kilómetros al sudeste de Mosul –segunda urbe más grande del país petrolero, que ha estado bajo control del EI desde junio de 2014– y fue escenario de acciones de guerrilla urbana, mismas que obligaron a las autoridades locales a decretar un toque de queda absoluto.

En otro incidente, en Dakuk, al sur de Kirkuk, 15 mujeres que participaban en conmemoraciones chiítas murieron durante un bombardeo aéreo contra el lugar donde realizaban cultos religiosos. Al menos 50 personas resultaron lesionadas.

Militantes del EI capturaron a 550 familias de las aldeas aledañas a Mosul y fueron ubicadas cerca del último bastión del grupo extremista, probablemente para ser utilizadas como escudos humanos, dijo la portavoz de derechos humanos de la Organización de Naciones Unidas (ONU), Ravina Shamdasani, quien añadió que se investiga la ejecución de 40 civiles por extremistas.

En otro conflicto bélico, en Siria, se extendió un día el alto el fuego decretado por el ejército del presidente Bashar Al Assad y Rusia en la ciudad de Alepo, hasta las 19 horas locales del sábado, mientras el Consejo de Derechos Humanos de la ONU anunció una investigación por crímenes de guerra en contra del gobierno sirio y de Moscú, a causa de los incesantes bombardeos contra civiles en esa ciudad siria.